Yo no sabía que un bebé podía estar estreñido, y más tomando leche materna.
Cuando nació Ares, hacía deposiciones prácticamente en cada toma. Pero de repente, cuando llegó al mes de vida aproximadamente… de la noche a la mañana dejó de hacer. Le iba a cambiar el pañal y… sorpresa! todo limpio.
Pasó un día y otro, y al tercero decidí ir al pediatra. Tras un breve interrogatorio sobre mi alimentación, me hizo dejar las pastillas del hierro y tomar zumo de naranja con aceite de oliva. Pero no paraba de decirme: “tú tranquila, que hasta que no pase una semana, entra dentro de la normalidad” y yo, con una cara de poker pensando: mi bebé, que mide menos de 60cm y come unas 8 veces al día, ¿Cómo narices puede aguantar la criatura 7 días SIN CAGAR?.
Ni corta ni perezosa empiezo con los zumos de naranjas, kiwis, miel, aceite de oliva, verduras y todo lo que facilitara que yo fuera suelta. Y el niño, nada.
Luego pasamos a la estimulación del ano: con isopillo impregnado en aceite de oliva, con una ramita de perejil, con el termómetro… Y el niño, nada.
Luego me dijeron también que le diera agua y si podía ser la misma de remojar ciruelas pasas mejor. Así lo hice, y mi bebé cerró la boca, giró la cabeza y en su idioma me dijo algo así como “esto pa tí“.
Eupeptina
Pero yo seguía preocupada, la idea de meterle a mi hijo un supositorio cada 4 días no me parecía lo más óptimo, así que me propusieron hacer un tratamiento de eupeptina en polvo.
A día de hoy y después de 2 meses, sigo dándole este tratamiento. Estos polvos no actúan de laxante, sino que se trata de un regulador intestinal, que hace que las caquitas se reblandezcan un poco y que al bebé no le cueste sacarlas. Según el pediatra, con esto conseguimos que el bebé haga deposiciones de una forma regular y que a la larga, su sistema digestivo madure y coja el hábito diario. En el caso de Ares, no es diario, pero al menos conseguimos que lo haga cada dos días.
En cualquier caso, si a algunos de vuestros bebés les pasa esto, no hace falta que os diga que debéis acudir a vuestro pediatra de confianza para que os dé el remedio que el o ella consideren más adecuados.