El estreñimiento del bebé

Si es complicado para los adultos, imaginaros para bebés. El estreñimiento no es una enfermedad o dolencia por sí misma, sino que es una consecuencia debido a algún trastorno interno o externo debido a uno o varios factores.

En el caso de los adultos, la falta de hidratación, hacer poco ejercicio y una dieta baja en fibra, suelen ser tres de los factores más habituales puede ser la causante del estreñimiento, hinchazón, gases, flatulencias y malestar abdominal. Además de tomar un yogur al día, las recomendaciones dietéticas establecen que un adulto promedio debería consumir 25 gramos de fibra en forma diaria, para prevenir los trastornos arriba mencionados. ¿Cuántos de vosotros cumple esa norma?

Pero si le preguntamos a un bebé, difícilmente obtendremos ninguna repuesta de él. A parte de su llanto y malestar. Por eso, debemos ser muy cautelosos con el bienestar intestinal de los bebés. Un cambio en la alimentación, falta de hidratación o incluso un resfriado puede hacer que vuestro bebé se estriña.

Lo que sí está demostrado es que los niños que toman pecho tienen menos posibilidades de sufrirlo, ya que la leche materna se digiere con mayor facilidad que las fórmulas lácteas.

Además de un llanto que no cesa, la falta de apetito, incomodidad, actitud tensa y flatulencias o gases suelen ser algunos de los síntomas más habituales que suelen mostrarnos que algo no va bien.

El pediatra será el que mejor podrá guiarnos en las pautas alimenticias y cuidados hacia el bebé, pero no está de más tener en cuenta los siguientes consejos que nos ofrecen desde ALMICLUB en el siguiente artículo: el estreñimiento del bebé

Los masajes con aceite de bebés suelen dar buenos resultados. Masajead suavemente su tripita en movimientos que simulen loas agujas del bebé. Además de ello, podéis complementarlo con otro masaje sus las piernecitas y pies. En esta zona hay puntos que propician la relajación muscular y pueden aliviar su dolor.

Un baño caliente también puede ser otra alternativa a tener en cuenta. Una vez esté seco, se le puede poner crema o vaselina en los alrededores del ano para calmar el dolor y evitar que se produzcan irritaciones. La paciencia, atención y cuidados harán que el bebé poco a poco vuelva a su normalidad en el ritmo intestinal.

Besos desde mi blog