Hamilton festeja su victoria en el podio - AP.
Hay circuitos que no tienen secretos para los pilotos. A Lewis Hamilton (Tewin, Gran Bretaña, 1985) le sucede con el de Hungaroring, donde ganó tres veces (2007, 2009 y 2012) con McLaren y se estrenó con Mercedes a la décima tentativa, después de ver cómo su compañero Nico Rosberg –que no acabó la carrera por una rotura en su propulsor– ganaba en Mónaco y en… Silverstone. “Ésta es una de las victorias más importantes de mi vida y hacerlo con Mercedes me impresiona más”, confesó Hamilton, que antes de empezar
la temporada se gastó el sueldo del año –23 millones de euros– en un jet Bombardier CL-600. Con su 22ª victoria el británico presentó su candidatura al título, reduciendo a 48 los puntos de desventaja con Sebastian Vettel, tercero en el GP de Hungría. Al alemán no le gustó el comportamiento de Kimi Raikkonen –segundo en la prueba y del Mundial a 38 puntos– negándole un hueco –“¡no se aparta!, se quejó por radio; en el podio, a regañadientes, acabó diciendo que había sido una “bella batalla”–. Mientras que Alonso, quinto, vio cómo Vettel se le aleja a 39 puntos antes del parón por vacaciones.
“Nos hubiese gustado recortar, pero no ha podido ser. La superioridad de Red Bull es aplastante, aunque no sólo la de Red Bull, sino también la de Lotus, Mercedes...”, relató, resignado y crítico, Alonso, que acabó la prueba donde la empezó. Por más que en la salida avanzase a un Rosberg sin suerte y embestido después por Felipe Massa. Felipinhoacabó octavo y uno de los siete que no fueron doblados por Hamilton, que en el penúltimo giro se permitió el lujo de hacerlo con su sustituto en McLaren, Checo Pérez, noveno y que fue a dos paradas. Como Button –séptimo y que taponó hasta la saciedad a Vettel y según el alemán le dañó el alerón– y Raikkonen, serio porque no ganó: “Podría haber vencido si no hubiese tenido problemas en la clasificación [partió sexto]”.
La remontada de Webber Pero el finlandés no llegó a tener opciones de ganar en Hungaroring y le separaron casi 11 segundos con respecto a Hamilton, muy pícaro como su equipo, que ha perpetrado un F1 W04 equilibrado que conserva bien los neumáticos –incluso en condiciones extremas, como los 50ºC del Hungaroring–. El piloto de Tewin fue el primero entre los favoritos en hacer el primer cambio de neumáticos –volvió a poner los duros, décima vuelta– y puso terreno de por medio con respecto a Vettel –que sigue sin ganar en Hungría– gracias, en parte, a su ex compañero en McLaren Button, un gran incordio para el alemán. No lo llegó a ser, pese a su extraordinaria carrera, su vecino en Red Bull, Mark Webber, que salió malhumorado de la Q3 sabiendo que iba a salir décimo y que acabó cuarto tras ser uno de los pocos –junto con Button o Pérez– en partir con los duros.
Webber solo puso los blandos a diez vueltas del final, perdiendo la segunda posición y saliendo de los garajes justo por delante de su amigo Alonso, que antes de irse de vacaciones volvió a lanzar una advertencia a Ferrari: “Si el equipo encuentra piezas y ganamos tres o cuatro carreras después del verano, tendremos oportunidades, pero si no es así, será un milagro luchar por el campeonato y sólo podremos intentar divertirnos. Llevamos cuatro años entre medio y un segundo más lentos que Red Bull. Seguiremos ahí hasta el final, pero preferiría luchar de tú a tú con ellos. Y eso es lo que intentaremos resolver”. Más contento estaba Pastor Maldonado, que sumó el primer punto del curso para Williams el día del primer abandono de su compañero Bottas. En la jornada del estreno de Hamilton con Mercedes.