Revista Salud y Bienestar

El estrés.

Por Especialista

Para hacer una especie de introducción sucinta al tema, diremos que el estrés es un término que se ha cotidianizado en nuestros días, aunque sus primeras conceptualizaciones surgieron por principios del siglo XX, de la mano de un investigador llamado Hans Seyle
El actual ritmo de vida, las exigencias diarias, las condiciones del mercado competitivo y globalizado, los problemas económicos, la inseguridad, hacen que aún en tiempos de esparcimiento, la actividad y tensión mental continúen irremediablemente.
Además a estos parámetros generales se agregan otros personales, como ser, las dificultades afectivas, conflictos individuales, complicaciones de salud, deudas contraídas, vencimientos, desalojos, duelos y demás avatares singulares.
Hay muchas definiciones de estrés, sin embargo ninguna satisface totalmente.

De todos modos me parece que un acercamiento feliz, es respecto a que el término estrés se refiere siempre a “conflicto”.
El conflicto, en tanto desequilibrio que promueve el accionar adecuado es saludable y necesario, por ejemplo el hambre, las inquietudes o el sueño, por lo tanto el estrés favorece a la vida.
O sea estrés tiene que ver con los cambios y por ende tensiones o ansiedad, lo que resulta positivo, a este tipo de estrés se lo ha dado en llamar EUSTRES.

Sin embargo, un aumento de estrés, que provenga de distintos frentes, laborales, ambientales, sociales, físicos y psíquicos pueden provocar una acumulación excesiva que repercutirán en las diferentes áreas de la conducta de la persona según la propensión y las características particulares, siendo en ese caso negativo, denominándoselo DISTRES.
La sintomatología resultante puede ser insomnio, pérdida del rendimiento laboral, disfunciones físicas o psíquicas, problemas en las relaciones sociales, en la convivencia o con los afectos, entre otros.
En todos los casos la tendencia es a superarlo con los recursos propios. O sea, por algunos mecanismos voluntarios de las personas y otros implementados más allá del conocimiento de las mismas.

Obviamente estos no son siempre exitosos como nos gustaría. En ocasiones, cuando el malestar persiste, requerimos ayuda terapéutica adecuada para el retorno de la estabilidad perdida. Pedir apoyo a un experto es una forma de facilitar el proceso.
 Estrés ------- Positivo EUSTRES – Respuestas de adaptación Estrés ------- Negativo DISTRES - Respuestas inadecuadas

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