Por Psic. Sonia García * Ayuda Psicológica en Línea - Psicólogos por Internet
El estrés es una de las situaciones que más se padecen en la sociedad actual. Las prisas, el exceso de preocupaciones y responsabilidades (trabajo, desarrollo profesional, hijos, economía doméstica,…), buscar la perfección en todo…, llevan a que gran parte de la población sufra de estrés o de ansiedad.
Cuando estamos estresados nuestro cuerpo activa la segregación de dos hormonas fundamentales:
- Adrenalina: provoca el incremento del ritmo cardíaco y la presión arterial, pone a la persona en estado de alerta.
- Cortisol: provoca el incremento de la cantidad de azúcar en sangre, preparando al individuo para la acción (lucha o huída).
Por tanto, si cuando estamos estresados se activan estas hormonas en nuestro organismo, muy difícilmente esta activación va a ser compatible con cualquier tipo de respuesta sexual. Es decir, si estoy en estado de alerta constante y además mi cuerpo está preparado para enfrentar la situación que me provoca estrés o huir de ella, no se dan las condiciones más óptimas para sentir deseo sexual porque además cualquier tipo de respuesta sexual causaría interferencia con la actitud de lucha o huída porque disminuiría esa capacidad.
¿Qué efectos puede causar el estrés en el área sexual?
En mujeres:
- Disminución del deseo y excitación sexual.
- Relaciones sexuales dolorosas derivadas de la falta de lubricación.
- Alteración del ciclo menstrual debido al exceso de hormonas del estrés.
En hombres:
- Descenso de la producción de testosterona debido a los altos niveles de adrenalina y cortisol.
- Disminución del deseo sexual por descenso de testosterona.
- Mayor vulnerabilidad a disfunciones sexuales (disfunción eréctil, eyaculación precoz).
¿Cómo reducir el estrés diario?
- Practica técnicas de relajación y de respiración.
- Practica algún deporte que te guste o sal a caminar treinta minutos al día.
- Realiza actividades que favorezcan la desconexión mental de la rutina de estrés (dibujar, leer, cocinar, pintar, etc.).
- Cambia de ambiente cuando puedas, sal de la zona de estrés.
No permitas que el estrés se apodere de ti e interfiera entre otras áreas a tu vida sexual y en tu deseo, en tus ganas. Si necesitas ayuda para gestionar tu estrés, pídela. ¡Te espero en el próximo artículo!
Puedes consultar la publicación original en ¿El estrés disminuye el apetito sexual? de Ayuda Psicológica en Línea.