La semana pasada fue una semana de infarto en el mundo financiero. Las Bolsas europeas y la española se dieron un batacazo importante, y asistimos a un hecho insólito en la economía: el euribor, principal índice de los préstamos hipotecarios llegó a tasas negativas.
El euribor es uno de los principales índices de referencia para los préstamos hipotecarios en nuestro país. Así, los préstamos contratados a interés variable, van evolucionado en función de las variaciones que experimenta este índice de referencia.
La cotización del índice es diaria, y cada día ofrece un valor diferente, pero la evolución no se traslada de forma inmediata al préstamo, sino que en las condiciones particulares de cada préstamo, se establece la periodicidad de la revisión del tipo de interés. Es frecuente encontrar préstamos que deben revisarse semestralmente y también de revisión trimestral.
De esta forma, con el Euribor en negativo, ¿significa que el banco va a pagar intereses al deudor de un préstamo hipotecario?
Me temo que la respuesta es no, porque, además del valor del Euribor, los préstamos hipotecarios añaden un diferencial, es decir, que el interés del préstamo es el Euribor más una determinada cantidad (por ejemplo, +0,5) de tal manera, que la tasa negativa que arroja estos días el Euribor es absorbida en su totalidad por el diferencial.
No obstante, a pesar de que no va a pagar ningún banco por tener una hipoteca, siempre es una buena noticia para los hipotecados que el Euribor baje, ya que, si en el momento de la nueva revisión, el valor está más bajo que en la revisión anterior, la cuota a pagar será menor, y tendrán más dinero para disponer.
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