Swansea City 0-2 Everton
Tras una primera parte decepcionante, los toffees sacaron a relucir su carácter y determinación y con un gran fútbol derrotaron con total justicia a un Swansea deprimido. Los goles de Baines y de Jelavic dejan al Everton con aspiraciones europeas reales y a los galeses con los pies en la tierra.
La actitud del Swansea fue intachable desde el primer minuto pero no se vio plasmada en suerte real sobre el césped. La propuesta de los galeses fue la habitual: buena circulación de balón, trabajo en la presión y salidas aseadas con posesión de la pelota. En los primeros minutos, el equipo reaccionó bien con la buena labor en el medio de Leon Britton y Allen, la profundización de Neil Taylor y la movilidad de Sigurdsson y Sinclair. El Everton, consciente del tipo de juego con el que rivalizaba, trató de no perder el sitio y esperar su momento. El balón no llegaba a las áreas y el enfrentamiento se mantenía intenso pero sin golpes reales para ninguno de los dos equipos.
Tras media hora de dominio superficial y completamente estéril del Swansea, el Everton comenzó a aumentar su presión e intensidad sobre el área galesa. Pienaar se dejaba ver y se asociaba con gran verticalidad con sus compañeros del medio. La circulación de Jelavic por el área y la incesante búsqueda de golpes francos de los toffees dejaban ver una gran opción de gol para los visitantes. Sin embargo, el marcador no se movería en toda la primera parte. El partido resultaba poco atractivo, con apenas un par de llegadas al área y un solo tiro a puerta en este período.
Aún mejor situado en el campo salió el Everton tras la reanudación. Se trataba de un equipo más maduro y con mayor conocimiento del juego que su rival, aturdido por la pérdida del balón y fuera de su ecosistema natural. El habitualmente irregular Pienaar quiso ganar protagonismo; su gran actitud fue una de las principales armas de los toffees durante toda la tarde. El fútbol del Everton ganaba en contundencia y el sudafricano comenzaba a poner sus frecuentes notas de clase.
Sin embargo, sería un jugador de la zaga el que rompería el partido. Tras varias subidas trepidantes de Baines, el lateral forzaba una peligrosa falta en la frontal del área que él mismo se encargaría de colocar en la escuadra izquierda de Vorn. Un gol merecido y en el momento más apropiado que el Everton intentaría gestionar de la mejor forma posible.
Los de David Moyes iban a tirar de galones históricos; los visitantes realmente estaban haciendo un buen partido. La demostración de carácter y determinación de los de Liverpool no dejaba al Swansea mostrarse como suele ser habitual. Los locales apenas tocaban la pelota, parecían hundidos en el rol de protagonista secundario y poco a poco se veían fuera del partido. Aunque los galeses no perderían su identidad en ningún momento del choque, la fuerza y las ocasiones estaban del lado toffee. Además, salía Fellaini al campo con ganas de rematar el choque y desde luego que contribuyo a ello.
En el minuto 76, el partido acabaría por desnivelarse. Una jugada por la banda derecha de los visitantes terminaba con el balón en los pies del belga. Con un movimiento de calidad, aunque algo aturullado, salía el centrocampista de dos defensas swans y dejaba el pase de la muerte a Jelavic, que obtenía su merecido premio. El segundo gol del Everton hacía justicia a lo visto durante toda la segunda parte y desactivaba ya por completo al equipo galés.
Los últimos minutos del enfrentamiento definían el resumen final de lo que fue el segundo período. El Everton quería más y sus llegadas eran continuas. Fellaini le había dado la pausa necesaria a la velocidad intrínseca de los toffees, tan suicida otros días como eficiente hoy. Los de Moyes habían superado claramente al Swansea en juego, posesión, precisión y carácter. Una mezcla de misericordia y suerte permitió al Swansea no encajar más goles a pesar del brutal aliento de los visitantes. Aún así, el honor final del caído permitiría a los locales gozar de un par de ocasiones en el tiempo de descuento. Sin embargo, no habría tiempo para más movimientos.
El partido terminaría 0-2 y deja a ambos equipos en la zona tranquila de la tabla. La demostración futbolística del Everton le permite mirar arriba y buscar objetivos acordes a los recursos mostrados hoy (marcha noveno con 40 puntos). En el caso del Swansea, quizá Brendan Rodgers haya percibido cierta falta de madurez y experiencia en los suyos, que no supieron reaccionar ante el empuje toffee. Los galeses se mantienen con 39 puntos en la décima plaza. 0-2 en Liberty Stadium.
FICHA TÉCNICASWANSEA: Vorn, Rangel, Caulker, Williams, Taylor, Sinclair (McEachran 72´), Britton, Allen, Sigurdsson, Routledge (Lita 71´), Graham (Moore 71´)Banquillo: Tremmel, Tate, Monk, GowerEVERTON: Howard, Hibbert, Jagielka, Distin, Baines, Neville, Gibson (Heitinga 84´), Osman, Pienaar, Cahill (Fellaini 58´), Jelavic (Stracqualursi 82´)Banquillo: Mucha, McFadden, Anichebe, GueveÁRBITRO: El colegiado Neil Swarbrick amonestó a Joe Allen (45´) por el Swansea y a Darrel Gibson (73´) por el EvertonGoles: 0-1 Baines (59´), 0-2 Jelavic (76´)
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