El ex

“El del pasado, presente y posible futuro”

 En el mundo de las relaciones, existe siempre un antes, un intermedio y un después. Y en un momento dado acaban pasado del todo al nada o de la nada al todo, como ya sabéis amigos míos, todo es relativo, nada es blanco y negro, como en el mundo de la pintura se suele decir… Existen diferentes matices de color, por ejemplo el negro no siempre será negro, puedes comprar un tubo de óleo de ese mismo color pero siempre es mucho mejor si en tu paleta mezclas el amarillo, rojo y azul, el negro siempre te saldrá igual pero un poco más cálido o más frío, a gusto del consumidor.

Cuando una historia de amor termina, o desamor, hay que saber que papel han interpretado cada uno de los actores principales. Viene la etapa de lágrimas, dolor y rencor. Es algo inevitable y siempre le sucede a alguno de ellos, cuando no sea a los dos. A veces la razón porque ambos no puedan estar juntos es porque “se acabó el amor de tanto usarlo” y todo se convierte en indiferencia o un cariño inmenso como puedes querer a tu mascota… Pero en otras ocasiones existen los celos, las falsedades, las culpas y un largo etcétera más. El caso es que el final de la película siempre es el mismo: “FIN” En mayúsculas, en negrita y sin continuación. Pero amigos míos… En eso nos equivocamos.

Un “EX” siempre será tu “EX”, no importa que se haya portado bien contigo o mal, simplemente forma parte de tu pasado amoroso. En ocasiones se corta por lo sano, tú por tu lado y yo por el mío, si te recuerdo prefiero hacerlo con los buenos momentos porque los malos me dan dolor de cabeza, pero que curiosa es la memoria… Solo recuerdo los malos y ni deseo ponerme en contacto contigo como amigo porque ni te quiero en mi vida por eso. En otras, al principio te odia, o le odias tú a él, pero los cafés, las llamadas, los mensajes, ejercer de psicóloga para él… Hace que de repente os deis cuenta que funcionáis mejor como amigos y acabáis siendo eso, amigos, tú le cuentas tus penas, él las suyas. Conoces a sus nuevas novias y él las historias de tus pretendientes y no tan pretendientes. Y en otras ocasiones se regresa, hay segundas, terceras, cuartas… Partes, a veces se termina bien, a veces se termina mal.

Pero lo mejor… Para el final. Cuando él desea algo mas de ti, os habéis convertido en amigos, pero por mas mujeres que pasen por su vida siempre estarás tu en primer plano, la única persona con quién compara a todas las demás. Y tú le comienzas a evitar como quién evita el ataque de un escorpión, en parte porque una no es de piedra, y a veces con las defensas bajas puedes permitir un beso, dos, o unas sábanas de raso de por medio. Aunque claro… Luego queda “los felices para siempre”, pero no nos engañemos… De eso hay poco.

Una cosa está clara, tu “EX” es un “EXO”. Es decir, un eso, una cosa, una parte de tu pasado que se transforma en ente cuando quiere. Un fantasma y un presente, pero al fin y al cabo forma parte de tu vida de una manera o de otra. Al fin y al cabo las experiencias que has tenido con él se han reflejado en tu personalidad.