Os adjunto un enlace a un artículo de opinión que publiqué ayer en el diario El Correo, llamando a la huelga general de mañana, 29 de septiembre. Sobran razones para esta convocatoria y a lo largo de este mes, en distintos posts, me he referido a todas ellas. Ahora sólo cabe apelar a la conciencia de cada quien para decidir dónde debe estar mañana y qué debe hacer. Yo lo tengo claro: secundaré la huelga y participaré en todas las manifestaciones y actos de protesta organizados. Por coherencia, por convicción y por dignidad.
Tenemos que recuperar el espíritu de lucha perdido, vencer la resignación y salir a las calles a denunciar a Zapatero y al PSOE por su traición a la izquierda y su giro a la derecha. Debemos decirles que no nos engañan con sus mentiras orquestadas, por muchas veces que las repitan. La reforma laboral es un atropello democrático, un ataque a la línea de flotación del socialismo, entendido como un modelo de desarrollo y reparto de la riqueza alternativo al capitalismo. Me duele la prepotencia del presidente del Gobierno cuando asegura que pase lo que pase mañana “no modificará” ni una coma de la reforma laboral.
Bonito modo de entender la democracia y respetar la voluntad ciudadana. Sé que muchas personas sienten que sobran motivos para la huelga general, aunque mañana acudan a su puesto de trabajo. El miedo a perder el empleo, la inestabilidad laboral, la precariedad, los bajos salarios,… nos impiden vivir con dignidad, pero también nos impiden ser libres para poder decidir. Zapatero no quiere escuchar a los sindicatos porque sabe que les ha dado la espalda; a ellos y a sus propios principios, que, si alguna vez los tuvo, se han tambaleado hasta caer derrumbados ante el poder del FMI.
Ojalá la huelga general sea un éxito y el presidente del Gobierno se vea obligado a revisar la reforma laboral y a descartar la reforma del sistema de pensiones. Si es así, habremos ganado todas y todos. El capitalismo se esta haciendo cada vez más fuerte y en lugar de trabajadoras y trabajadores busca esclavas y esclavos, pero no podrá hacer girar su rueda indefinidamente si nosotras y nosotros nos plantamos. No podemos dejar el futuro en las mismas manos de quienes no lo están negando. Vamos a joder a quienes nos quieren joder. Y lo vamos a hacer pacífica y democráticamente. La huelga general es nuestro derecho, pero también puede ser nuestra tabla de salvación. Y pasado mañana todo puede seguir igual, pero también todo puede cambiar. Está en nuestras manos. Hablemos alto y claro.
http://www.elcorreo.com/vizcaya/prensa/20100927/opinion/razones-para-huelga-20100927.html