El marketing deportivo ha tenido gran repercusión en el mercado de hoy, gracias a la humanización de las marcas frente a los consumidores tras entender el poder del deporte en el mundo y el significado que tiene para sus seguidores, trabajando en la creación de historias y experiencias que generan impacto en el público.
Para lograrlo, es importante saber que el marketing deportivo va mucho más allá de la inversión publicitaria hecha; se basa ahora en la transmisión de valores, bien sea desde la misma esencia de la marca o desde la imagen de sus deportistas. Estos íconos mundiales, según su especialidad y acción dentro y fuera del campo de juego, crean repercusiones entre sus múltiples seguidores quienes se convierten en sus aguerridos defensores.
El deporte está pasando a ser una tendencia muy fuerte en el mercado, y hasta el momento ha generado:
- Fortalecimiento del e-commerce en las tiendas deportivas: Ya hay mayor número de tiendas especializadas en artículos y accesorios deportivos, lo que ha sido de gran provecho para el montaje de tiendas online y su amplia oferta de camisetas, uniformes y demás artículos personalizados con los nombres de tu deportista favorito.
- Los seguidores como motor de progreso: A través de la incorporación de patrocinadores, se buscan caminos para un mayor acercamiento hacia los seguidores de la marca y/o jugadores, fortaleciendo el vínculo con la institución.
- Ámbito social: La acción social ha sido priorizada por parte de las marcas en asociación con fundaciones, pues un porcentaje de los fondos va dirigido a ellas.
- El marketing deportivo NO es solo fútbol: El fútbol es el deporte por excelencia que mueve pasiones en el mundo y sigue siendo el más representativo, pero otros como el basquetbol, el tenis, el automovilismo y el ciclismo, han tomado gran protagonismo en el mercado mundial.
Por estas y muchas más razones, el deporte debe ser el norte a seguir por la sociedad; mueve masas, genera grandes cambios sociales, da origen a una generación de nuevos deportistas, favorece las instituciones de bajos recursos, entre muchos otros beneficios.
Por ello, es necesario enfocarse en el público y saber en qué escenario se moviliza para poder intervenirlo. Con #Brasil2014, por ejemplo, vivimos el Mundial más social de la historia; millones de personas se concentraron en diferentes partes del mundo para presenciar este espectáculo. Las marcas compartieron la pasión, otorgaron posibilidades de disfrutar del magno evento al adecuar espacios y sitios de congregación, y un gran mercado se abrió en la venta de camisetas y accesorios para hacer de esta una gran experiencia.
En Colombia, con la clasificación de la Selección al Mundial, sus principales patrocinadores como Águila, Homecenter y Adidas, se centraron en brindar experiencias para alcanzar mayor apropiación con el equipo. Regalos e invitaciones a eventos masivos para tener contacto con los jugadores, generaron un grato recuerdo de este momento histórico.
De esta manera, el componente emocional debe formar parte de la relación deportista-seguidor; así, las marcas aprovechan para causar impacto y recordación.
Es necesario tocar las fibras de cada persona, saber lo que siente y percibe para así llegarle ‘con toda’. Esto fue destacado en un comercial hecho por Adidas para quienes verían a la Selección Colombia en un Mundial de fútbol.
Dicho comercial quebrantó a muchos, y dejó clara la importancia de transmitir experiencias, las cuales, si son bien generadas, quedarán para la posteridad.
La gestión de Pepsi y #ElPoderDeUnaCancha, fue una campaña social patrocinada por la marca, en la que niños de bajos recursos disfrutaron de una grata vivencia gracias al deporte, demostrando con esto una de las muchas virtudes del nuevo marketing deportivo.