El entorno de la publicidad y promoción para las empresas está sufriendo un profundo cambio de modelos. Somos testigos de un salto hacia lo online, donde todas las marcas, pymes, grandes corporaciones o incluso autónomos se implican en sus acciones 2.0 para hacerse un hueco en los medios sociales y, cómo no, en la mente de sus consumidores.
Los formatos convencionales de publicidad cada vez están perdiendo más terreno en pro de un sistema de comunicación más directo, personalizado y auténtico. En este nuevo paradigma son los usuarios los que interactúan con la marca o empresa de forma consentida, dejando atrás los constantes bombardeos que la publicidad tradicional realiza sobre un grupo-masa.
Ahora bien, dar el salto a lo online abriendo canales de interacción social, es decir, la mera presencia no supone el éxito rotundo ni mucho menos inmediato. De hecho, esta tarea o labor logra la consecución de sus objetivos en el medio-largo plazo. En Social Media no se puede llegar y besar el santo. Hay que ser constantes y pacientes; construir una buena base sobre la que se sustente tu reputación online va a requerir un lapso de tiempo prudencial.
A continuación voy a analizar brevemente dos casos de éxito en redes sociales procedentes de sectores económicos y empresariales muy diversos. Y es que, en el social media, lejos de algunas creencias populares que señalan lo contrario, todos los sectores tienen cabida, da igual que no se dediquen directamente al mundo de la tecnología o de la comunicación.
En primer lugar os voy a hablar de Bere Casillas. Este sastre, procedente de Ogíjares (Granada), es uno de los ejemplos de éxito más llamativos en las redes sociales. ¿La clave de su éxito? Grabarse vídeos, desde su propia casa con su webcam, ofreciendo consejos sobre moda y elegancia masculina. En concreto, fue su primer vídeo: cómo hacer un nudo de corbata tipo Windsor, el que le otorgó un éxito rotundo en visitas, comentarios y suscripciones en su canal de Youtube.
A partir de ahí formó todo un mundo alrededor de su marca, Elegancia 2.0, blog de referencia en temas de estética y moda masculina en el que ofrecía contenidos de valor para sus usuarios. Toda esta estrategia de videoblogging combinada con una correcta sincronización de contenidos en redes sociales fueron las bazas principales del éxito de este sastre granadino que consiguió levantar su negocio, incrementando notablemente sus ingresos, y aparecer en programas de TV nacional, como Buenafuente, recibir contrataciones de publicidad en su sitio de empresas internacionales como Nivea, etc…
El segundo ejemplo que voy a ilustrar sobre éxito en redes sociales es el del taxista Rixar García, fundador de la marca TaxiOviedo. Este proyecto da comienzo en 2006, cuando Rixar decide crear una página web en la que los usuarios podían encargarle trayectos desde el aeropuerto (su principal fuente de ingresos). Poco después, en 2008, decide abrirse un blog donde mostraba las rutas turísticas que podía hacer, además, compró un mini PC y un módem USB para ofrecer un servicio de ‘cibertaxi’ para sus clientes.
La verdadera revolución de taxioviedo llega con el salto a las redes sociales en 2010. Se convierte en el primer taxista del mundo en ofrecer sus servicios a través de DM de Twitter. Va más allá y consigue ‘enganchar’ a los usuarios aportando información en tiempo real sobre el estado del tiempo, tráfico, etc… El taxista también aprovechó las posibilidades de la geolocalización, en concreto la aplicación Foursquare, donde ofrecía descuentos a los clientes que hiciesen ‘check in’ en su taxi. Todo esto le llevó a un éxito rotundo en la red, así como en su día a día laboral. Aumentó las contrataciones recibidas y ha aparecido en numerosos medios de comunicación, además de ser estudiado y alabado por muchos expertos del marketing.