Revista Cine
Un aviso en el diario pide cuidadanos comunes y corrientes para un experimento social. Allí se separa al grupo entre prisioneros y carceleros ficticios que deben cumplir con ciertas reglas, y se los deja encerrados durante un tiempo determinado.
La única relación que pueden tener con el exterior es saberse observados por unas cámaras que filman todos sus movimientos y que pasan a ocupar el lugar de un dios que, con su pasividad, parece aceptar e incluso aprobar los hechos que se desarrollan.
Con excelentes actuaciones, aunque bastante previsible, la película hace un análisis del ser humano comparable quizás con La Ola (reseña 1, reseña 2) donde también se trata de asociar el comportamiento extremadamente fascista con personalidades inseguras, reprimidas y desarrolladas en medios hostiles.
Cabe aclarar que esta versión es la remake de una película alemana de Oliver Hirschbiegel (La Caída) que a su vez está basada en un hecho real: el experimento de la cárcel de Stanford de 1971.
Recomendable.
Dirección: Paul T. Scheuring
Elenco: Adrien Brody, Forest Whitaker y otros.