Revista Opinión

el experimento del universo 25, ¿también en el ser humano?

Publicado el 03 mayo 2019 por Carlosgu82

la respuesta corta a la pregunta del título sería: no, en absoluto. mas bien lo contrario, se auto-protege de sí mismo.

si cogemos los datos del censo mundial, hacía el año 1800 la población mundial rondaba los 1.000 millones de habitantes. a partir de ahí se disparó, llegando a medianos de 1980 sobre los 5.000 millones, en el año 2.000 alrededor de 6.000 millones de personas en el mundo, alcanzando los 7.300 millones en el 2017. aunque daría a pensar que en nada se ha parado el crecimiento de población, basta con ir al aumento global en porcentaje en los últimos años. en el 2011 la tasa de crecimiento era del 2,54%, siendo a fecha del 2017 en un 1,18%. si bien ese 1,36% de diferencia negativa no parece a lo pronto algo desproporcionado, en términos de varios miles de millones de personas, la cifra en sí del descenso es en realidad aberrante. lo mas importante del tema, el porcentaje sigue en descenso cada año que transcurre. todavía mas, llama poderosamente la atención que apenas tres décadas atrás la noticia del «boom demográfico», algo que los mas veteranos del lugar recordarán, era transmitido por los medios de comunicación periódicamente, pero a día de hoy ¿alguien recuerda si se da esa noticia en algún momento últimamente? ni por un asomo.

¿pero a qué es debido todo el descenso demográfico actual? las causas de todo ello son debidas a una serie de fases, tal como continua:

fase 1: las tasas de natalidad y mortalidad son muy altas, por lo que la población tiene un ascenso lento, o incluso inexistente

fase 2: los índices de mortalidad bajan, gracias a las mejoras en técnicas agrícolas, la mejor tecnología (en especial en medicina, reduciendo las muertes por enfermedad, en accidentes, etc…), la alfabetización y más que conllevo el progreso tecnológico en las últimas décadas. estos cambios contribuyen en alargar la esperanza de vida. asimismo, la natalidad aumenta ( fenómeno conocido como «baby-boom») gracias a la mejora en calidad de vida.

fase 3: los índices de natalidad inician un importante descenso, motivado por causas tales como métodos anti-conceptivos, la incorporación de la mujer a la educación y al mercado laboral, el acceso al estado de bienestar, junto con otros cambios sociales.

fase 4: la tasa de mortalidad se estabiliza, y la natalidad se iguala a esta; por consiguiente, el crecimiento natural de la población vuelve a estancarse como en la fase uno, con la única diferencia por una alta natalidad/mortandad, es justamente por lo contrario, debido a una baja tasa de ambas.

fase 5: se entra en un crecimiento negativo, debido a que la baja tasa de natalidad decae por debajo de la mortalidad (envejecimiento de la población).

al aplicar este modelo y al constatar que existe un «frenazo» del crecimiento global, se deduce que la humanidad ha entrado en la fase 4, si bien varía según zona geográfica, donde unos países ya están en esa etapa, mientras que otros (países subdesarrollados) todavía se encuentran en la fase 2. pero ni siquiera estos últimos se escaparán de ir avanzando de fases, conforme se desarrollen tecnológicamente y mejoren en calidad de vida. asimismo, en algunos países más avanzados, como por ejemplo japón y buena parte de los países europeos, han entrado en la fase 5.

en resumidas cuentas: la humanidad se ha «auto-castrado» a si misma, sin intervención ninguna. todo ello por sus propios avances tecnológicos y como sociedad, sin nada que tenga a ver de algún malévolo ser moviendo unos hilos detrás (véase unas hipotéticas conspiraciones en las sombras), del auge del feminismo y el empoderamiento de la mujer (otro negocio mas para vender libros y demás merchandising), o cualquier otra falsa y falacia del estilo. la sociedad sencillamente se ha ido adaptando al entorno y las circunstancias, conforme avanzaba su nivel tecnológico y en calidad de vida. de nuevo, el ser humano ha demostrado ser una criatura con una enorme capacidad de adaptación, un mero animal con su propio instinto de supervivencia, no solo individual, también a nivel colectivo (de ahí que sucedan casos de auxiliar a otros en caso de estar en apuros, incluso a desconocidos). nada más que eso.

de hecho, la teoría de la segunda transición demográfica, fue creada y escrita por Lesthaeghe y D.J: van de Kaa en 1986, un nuevo concepto el cual explica estos fenómenos demográficos (muy lejos de por alguna influencia ideológica, más bien presentados como un ciclo natural e intuitivo del ser humano), explicando el por qué de unos niveles de fecundidad inferiores al nivel de reemplazo como sucede actualmente, conforme la sociedad progresa en bienestar, tecnología y demás avances. todo ello se caracteriza por:

incremento de la soltería

retraso en el matrimonio

postergación del primer hijo

expansión de las uniones consensuales

incremento de las rupturas matrimoniales

diversificación de la estructura familiar

todo lo anterior un pronóstico que se hizo hace mas de treinta años ¿le resulta familiar a alguien en la actualidad? todavía más; se hizo un experimento en su día, denominado el universo 25, donde se pusieron a varios ratones en un entorno cerrado, con todas las comodidades y sin que les faltase de nada. llego un punto que las generaciones mas jóvenes de ratones no se reproducían. lo mismo sucede con la especie humana en la actualidad. a fin de evitar su propia destrucción, ha dejado de reproducirse en masa como antaño hacia.

hasta aquí la explicación, con base teórica científica y datos añadidos, de lo que sucede actualmente sobre este tema. ¿en el futuro? a no ser que suceda algún cataclismo (deseamos que no sea el caso), el cual lleve a la humanidad al borde de la extinción, pasarán varios siglos antes de tener un nuevo «baby-boom» de la fase 2, dejando que la fertilidad de la población caiga de forma «natural e instintiva», a fin de preservar su propia existencia. mientras tanto, de manera directa y/o subconsciente, el ser humano sabrá adaptarse al mundo que le rodea, como lleva haciendo desde su aparición como especie.


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