El expreso de medianoche

En El expreso de medianoche (1978) se nos cuenta la historia real de Billy Hayes (Brad Davis), un americano que viajó a Turquía y volvió con varios kilos de droga pegada a su cuerpo. En el aeropuerto fue arrestado y acabó en una cárcel acusado de tráfico de drogas y condenado a lo menos treinta años de prisión. En la cárcel conoce a un grupo de americanos que le ayudarán a escapar de ese infierno en el que ha acabado.
Bien, sinceramente esta película me ha decepcionado bastante, no es terriblemente mala, pero es muy triste ver como una historia como esta que realmente puede transmitir mucho al espectador no lo consigue. El guión fue escrito por Oliver Stone, director y guionista en quien no tengo ninguna esperanza (posiblemente su única buena película sea JFK), que trata infructuosamente de conseguir que nos interese los horrores que vivió Billy. El mayor problema del que adolece este film posiblemente sea la construcción de los personajes, son planos y sin ningún tipo de interés, así que de entrada una historia muy interesante acaba por ser un verdadero muermo insufrible. Algo interesante es la interpretación de John Hurt, un gran actor que ha tenido pocos papeles emblemáticos, pero este no ha sido uno de esos pocos. Su actuación es correcta y no mucho más, pero como hace de un tío prácticamente chalado pues obtuvo su nominación al Oscar. Siguiendo con la participación en los Oscar que tuvo esta película he de resaltar que me sorprende muchísimo que se llevase dos, concretamente el de mejor guión y mejor música. El guión es considerablemente malo, pero no es por esto por lo que me extraña que se lo llevase, lo increíble es que hayan premiado a una película dura y en muchas ocasiones cruel como es esta. Por otro lado la banda sonora me resultó estridente, simplona y nada emotiva, un fiasco total.Lo que más se salva de esta película es la dirección bastante correcta de Alan Parker, que se esfuerza por mantener a flote un guión vacío y mal construido desde un principio.