
Desde 1971 hasta su muerte -en el año 2013- en el contexto de un enfisema pulmonar, Georges Moustaki vivió en la Isla de San Louis, flotando en el mismísimo centro de Paris.
Sita en el número 26 de la calle San Louis, la arteria principal de esta isla, su casa muestra una placa sobre el portal de acceso, en la que se recuerda el paso de este emérito residente...
Y curiosamente, en el local comercial de la planta baja existe una agencia de viajes, algo que debió gustar muy particularmente a este extranjero eterno, al ciudadano del mundo con raíces netamente mediterráneas.
A pesar de que idolatro al artista, no consigo encajar su modo de vida en la concepción de la filosofía que le atribuyo y que él mismo preconizaba: no parece propio que quien le cantaba al jardín de la anarquía. que quien reclamaba una revolución permanente -al más puro estilo trotskinano- residiese en uno de los lugares más exclusivos de la capital francesa...

También junto a su puerta puede verse esta pequeña placa, a modo de reivindicación de lo que no sería una mala idea...
