En la tierra de las muñecas existe la magia.
En la tierra de los humanos existe la guerra.
En ambos sitios existe el dolor.
Pero cuando se unen, existe la esperanza.
Karolina es una muñeca que vive en la Tierra de las Muñecas. Pero cuando el rey y la reina de su país son derrocados, Karolina será enviada a la ciudad humana de Cracovia, en Polonia, donde se encontrará reencarnada en una nueva muñeca de la tienda de juguetes propiedad de un veterano de la Primera Guerra Mundial, conocido como "El fabricante de muñecas", un hombre con un poder inusual y un pasado marcado.
La sonrisa y valentía de Karolina llevarán al fabricante a tramar amistad con un violinista judío y su hija. Pero su felicidad se ve truncada cuando los soldados nazis invaden Cracovia. Karolina y el fabricante se darán cuenta rápidamente de que sus amigos judíos están en grave peligro, y están decididos a salvarles por encima de todo, sin importar lo que pueda suceder.
Ficha del libro: AQUÍ
Hoy os cuento mis impresiones sobre esta novela que sin haber leído su argumento me entró directamente por los ojos. Y ya sé que eso no debería ser motivo para elegir una lectura, pero es que luego leí su argumento, que me pareció de lo más original y me lo ventilé en un visto y no visto. Al principio esa mezcla entre cuento de hadas e historia real se me hizo un poco extraña, pero enseguida consiguió atraparme y creo que eso fue en gran parte gracias a Karolina.
Karolina es una muñeca que vivía feliz en la Tierra de las Muñecas, donde era costurera y cosía los deseos de sus clientes en los trajes que elaboraba. Un día las Ratas invaden su país de caramelo y convierten en cenizas a los Reyes que lo gobernaban. En su huída, Karolina se encuentra con un soldadito llamado Fritz que le habla de un viento bondadoso que la llevará a otro lugar y efectivamente, cuando Karolina se despierta en la tienda de juguetes de Cyryl Brzezick, el fabricante de muñecas, se da cuenta de que está viva. Ella le dice a Cyryl que si está allí es porque él la ha llamado aunque no fuera consciente de ello y ambos se convierten en la mejor compañía que podían soñar.
La tienda del fabricante de muñecas está en Cracovia, y aunque Cyryl es de origen alemán, se siente totalmente polaco y reniega del país que ahora está bajo el poder de Hitler, pero para desgracia de Karolina, al igual que las Ratas invadieron su Tierra, los nazis no tardarán en invadir también Cracovia.
Mientras tanto, a la vida de Cyryl y Karolina llegan Jozef y Rena, de origen judío. Gracias al encargo que Jozef le hace al fabricante de muñecas para celebrar el cumpleaños de Rena (una expléndida casa de muñecas) se acaba forjando entre ellos una sincera amistad que durará toda la vida. Cyryl les explica que no sabe muy bien cómo Karolina cobró vida, pero es que la magia vive en él y tiempo habrá para hacer buen uso de ella, porque sí, Cyryl es un mago, aunque él no sea consciente de ello. El problema es que también hay magia en el otro lado, pero esos no son magos, son "brujos"y en esta historia tenemos uno llamado Brandt, un oficial nazi sin corazón.
No os quiero desvelar nada más del argumento, pero veremos como la autora alterna lo que ocurrió en la Tierra de la Muñecas hasta que Karolina aparece en el taller de Cyryl, con lo que está pasando en Cracovia, algo que si os gustan las novelas históricas habréis leído ya en algún otro libro. La invasión de los nazis, el ir privando a los judíos de todos sus derechos, de sus trabajos (Jozef debe dejar la orquesta en la que es violinista), de sus estudios (Rena debe abandonar el colegio), de sus hogares. De repente deben soportar el desprecio de los vecinos que toda la vida fueron buenos vecinos hasta que de la noche a la mañana los judíos se convierten en “alimañas” que deben desaparecer.
La autora crea un paralelismo entre los dos mundo, el real en Cracovia, y el de los cuentos de hadas, en uno hay nazis invasores y en otro ratas enormes, pero las guerras al final son guerras igualmente y sus consecuencias muy similares en ambos mundos.
Me ha gustado muchísimo este libro y en sus páginas finales me ha emocionado como no esperaba. Me ha encantado Karolina, su forma de hablar, como si viviera en un cuento y sobre todo me ha enamorado la bondad de Cyryl, lo que estuvo dispuesto a hacer para no dejar de lado a sus amigos, por muy judíos que fueran. "El fabricante de muñecas" es una forma completamente nueva de narrar el Holocausto nazi, creo que arriesgada pero efectiva.
Si te gustan los cuentos de hadas.
Si eres amante de la historia,
¿Imaginaste alguna vez que la mezcla de ambos géneros podría dar lugar a una gran novela?
¿No?
Pues ya te digo yo que sí.
Y “El fabricante de muñecas” da fe de ello.