Llueve sobre mojado en Sevilla. Los muy honorables miembros de los Donantes de Flores de la Virgen de la Macarena, supongo que muy amantes del prójimo, tal y como se enseña en sus creencias, decidieron que su caseta es “para gente de orden” y que por tanto dos hombres no podían bailar juntos: “¿En qué país vivimos?”, preguntaron. Y obviamente es lo que yo me pregunto: ¿en qué país vivimos? El artículo es de Ángel Munárriz, en Público (Sevilla), 8-mayo-2011
Expulsados dos gays de una caseta por bailar sevillanas juntos.
Una caseta de la Feria de Abril impide a dos homosexuales salir a bailar
José Carlos Iglesias, peluquero de 31 años, y su marido, pareja de hecho, Juan Carlos Cabezas, de 24, productor de televisión, acudieron en la madrugada del viernes al sábado, sobre la 1.30 horas, a la caseta Pero como tú ninguna, en el número 100 de la calle Pascual Márquez, en el recinto de la Feria de Sevilla. Estaban invitados y no iban solos. Los acompañaban cinco amigos más, algunos a su vez amigos de hijos de socios de la caseta, propiedad de los Donantes de Flores de la Virgen de la Macarena. José Carlos y su pareja salieron a bailar unas sevillanas juntos. Pero ni pudieron empezar. El jefe de la caseta se lo impidió por ser gays.
Una señora protestó cuando los vio salir a bailar y avisó a su marido, presidente de la caseta, “un hombre de más de 70 años, que estaba enfadado pero no parecía borracho”, según lo describe Ana, una testigo. El señor y su mujer ordenaron parar al grupo musical. “Ambos les dijeron al declarante y a su pareja que no podían bailar, que estaban en una caseta de orden y dos hombres no podían bailar juntos y que en qué país vivíamos”, dice la denuncia presentada por José Carlos en el Juzgado de Instrucción 5, de guardia el sábado.
“Invitados” a marcharse
La denuncia dice: “Les invitaron a ambos a que se fueran de la caseta alegando que era privada, negándose el declarante a marcharse, por lo que él mismo llamó al 092 acudiendo una dotación de la Policía Local”. “Fue muy desagradable. Le dije que me iría cuando llegara la Policía”, explica José Carlos, que se declara indignado por lo sucedido y explica que respondió airadamente porque no está dispuesto a tolerar conductas homófobas. Finalmente José Carlos avisó a la Policía y se quedó a la espera de su llegada, con su pareja y sus amigos, a las puertas de la caseta, ya que estimaron que su presencia dentro podría acalorar aún más la situación. La Policía tomó los datos a los denunciados y José Carlos y sus amigos se fueron.
El denunciado, al ver que salían a bailar, se puso “fuera de sus casillas”José Carlos dice que el denunciado estuvo en todo momento “muy borde”. “El hombre decía: ‘Aquí no bailan maricones’”, cuenta Alejandro Guerra, testigo de 24 años, que no conocía a la pareja. “La mayoría de los presentes se puso de parte de José Carlos y contra el presidente, que estaba fuera de sus casillas”, añade. Eduardo Rodríguez, de 30 años, amigo de José Carlos, atestigua: “El hombre insistía en que eran las normas de la caseta, que allí dos hombres no podían bailar juntos”.
Similar al año pasado
Público acudió este sábado dos veces a la caseta para recabar la versión del presidente. El personal confirmó que había habido un altercado, pero para ofrecer información detallada remitieron al encargado. “Luis [el presidente] no viene hoy, y si viene es tarde”, explicó amablemente el encargado, que no dio su nombre y se negó a facilitar el contacto telefónico de “Luis” o de su esposa. También confirmó que había habido una discusión, que no se llegó a las manos y que dos personas “habían salido”, pero declaró desconocer los motivos porque en el momento en que ocurrió todo estaba ocupado trabajando para atender a socios e invitados a la caseta.
Con estos hechos llueve sobre mojado en la Feria de Sevilla. En la feria de 2010 una pareja de homosexuales gays denunció a otra caseta (el número 41 de la calle Manolo Vázquez) tras ser expulsados por besarse.