La aparición de algunas enfermedades cardiovasculares en la población, en muchos casos, está directamente asociada a cierto tipo de factores. El porcentaje de las enfermedades cardiovasculares asociadas a un factor hereditario, de todas maneras, es bastante bajo: solo del 5-10% del total de los casos (cifras correspondientes a España). Como la el riesgo de transmisión de padre a hijo en el caso de las enfermedades cardiovasculares es considerable (hay un 50% de probabilidades de recibir la enfermedad en estado potencial), actualmente se están incorporando diferentes técnicas y métodos de análisis para conocer la predisposición genética a contraer alguna de las enfermedades cardiovasculares más extendidas.
La mayor parte de las enfermedades cardiovasculares asociadas directamente a este tipo de problemas reciben el nombre de cardiopatías familiares. Algunos de los problemas de circulación sanguínea más comunes entre la población, como la hipertensión o la cardiopatía isquémica no serían transmisibles por el factor hereditario (en esos casos hay otras variables que tienen un mayor peso). Hay que tener en cuenta, de todas maneras, que el desarrollo de algunas enfermedades cardiovasculares puede verse estimulado por la participación de otros factores de riesgo, como el tabaquismo, el colesterol o la obesidad, entre otros.
La última tendencia en aplicación de políticas sanitarias a nivel nacional en España va por el camino de efectuar análisis de riesgo hereditario para implementar prácticas de prevención adecuadas para cada caso en particular, de acuerdo a la presencia o ausencia de un factor hereditario que justifique la toma de medidas antes de que sea demasiado tarde. A pesar de que el nivel de incidencia de las cardiopatías familiares parece ser relativamente bajo, todo parece indicar que en los próximos años podría haber un incremento en los casos de incidencia de estas enfermedades cardiovasculares.
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