Lunes, 29 de diciembre del 2014 Una de las batallas políticas del Gobierno de Mariano Rajoy ha sido la de restar importancia al índice de precios de consumo (IPC) con el argumento de que ya no era una referencia eficaz para fijar las variaciones de salarios y pensiones, básicamente. La evolución de estas rentas debería ir más acorde con otros parámetros, como la marcha de las empresas, de la economía en general o de la evolución de la edad de la población. Se ha creado incluso un índice diferente para actualizar las prestaciones de jubilación. Y todo ello, siempre con la base de sesudos estudios económicos, teóricamente puramente técnicos y desprovistos de ideología de fondo, para que nadie pudiese discutirlos sin ser acusado de ir contra la racionalidad de los nuevos tiempos. Y mira por donde, el IPC vuelve a resucitar como argumento de la mano de Rajoy para justificar que el salario mínimo interprofesional (SMI) solo aumentará el 0,5% el 2015 y las pensiones, el 0,25%. Porcentajes irrisorios si se tiene en cuenta que el salario mínimo es uno de los más bajos de la Europa comunitaria, tanto en euros como en paridad de compra. Y, en el caso de las pensiones, que se trata de la menor subida de toda la crisis.
Ahora sí que toca referirse al IPC, explicó Rajoy para reconocer que estos modestos incrementos quedan compensados porque el índice de precios registró en noviembre una caída interanual del 0,4% y acabará el año también en negativo, y por tanto, ni salarios ni pensiones perderán poder de compra. ¿Dónde quedan las grandes frases en contra del IPC como referencia? ¿Y las apelaciones a vincular las rentas con la evolución de la economía? ¿Rajoy no es aquel que dice que la crisis ya es historia y que el 2015 será el año del despegue económico? ¿No es el mismo que reconoció, tras las críticas a su desbordada euforia en un país con el índice de paro elevadísimo, que la recuperación no había llegado aún a todos y que habría que hacer esfuerzos para que así sea? Por lo que se ve, este tipo de esfuerzos no eran titánicos: en el caso del SMI, tres euros más al mes, y en el de las pensiones, dos. Pero Rajoy no está solo. Aunque la OCDE o la OIT advierten de que ya no se puede avanzar más en competitividad solo bajando los salarios y, al revés, que si estos no aumentan tampoco lo hará el consumo, el Banco de España ha salido a apoyar al Gobierno recomendando que no es momento para mejorar sueldos o se pondrá en peligro la recuperación. Rápidamente vienen a la cabeza otros tiempos en los que el regulador bancario no paraba de dar consejos sobre política laboral mientras bancos y cajas eran un desmadre y no se enteraba o hacía oídos sordos. Empieza un año nuevo, pero en algunas cosas no lo parece. Salvador Sabrià - El Periódico -Leer más:26 de oct. de 2012. El (falso) IPC lo usan cuando y como les interesa…13 de sept. de 2011. El dato falso y manipulable del IPC.