El fantasma de las Navidades pasadas

¡Ah! La Navidad ya está aquí. Los supermercados extienden ante sus puertas las alfombras rojas para que el amigable vagabundo se sienta más cómodo al pedirte suelto, un montón de subnormales saldrán a la calle el día 22 frente a una administración de lotería luciendo un boleto simulado en una gran fotocopia en blanco y negro y el circo de Teresa Rabal, o tal vez aquel del ligre y Batman, llegan a tu ciudad. Es sin duda la época más maravillosa del año.

Pero esta Navidad además, supone la llegada de nuevas consolas. Hoy en día, gracias a los medios, uno puede formarse una idea razonada sobre los pros y los contras de cada una de ellas y gracias a Youtube hasta puedes perderte la magia que supone abrir la caja de una nueva consola, con la posible excepción de disfrutar del olor a nuevo al hacerlo.

Soon

Pero esto no era antes así. Mi primera decisión al respecto supuso elegir entre Playstation, Sega Saturn o Nintendo 64. Antes tuve Master System II y MegaDrive pero realmente nunca decidí comprarlas, simplemente me las regalaron. ¿Y cómo tomé mi decisión? Teníamos las revistas de aquel entonces, la afortunada posibilidad de probarlas en casa de un amigo o, en el caso que voy a tratar aquí y que fue definitivo en mi elección: los VHS que acompañaban a Hobby Consolas presentándonos las nuevas consolas.

ABRE TU MENTE AL PODER DE PLAYSTATION

Comienza advirtiéndonos de que “Estamos entrando en el mundo de los gráficos 3D en tiempo real, un mundo de REALISMO. El mundo de Playstation“. Porque SÍ, este cambio de generación supuso el salto al 3D y esto es algo que no pararán de recordarnos a cada momento.

Hay que comenzar por lo importante, y lo importante aquel entonces eran los bits. En el primer minuto ya nos dejan claro que la Playstation posee la tecnología de 32 bits de Sony. Tu decías “Joder, eso es el doble de MegaDrive y SNES”. Por aquel entonces los bits significaban algo, no sé el qué, pero lo bueno se contaba en bits. Ahora hay que mirar multitud de variables para saber qué consola es mejor y yo soy muy vago al respecto. Antes con contar el número de bits bastaba.

El video continúa hablando del realismo “Realismo el vértigo de los saltos de Jumping Flash” Sí y los mareos que provocaba. “Realismo es también la utilización de vídeo completo en Krazy Ivan”. Porque si en MegaCD había funcionado tan cojonudamente, ¿por qué no aquí?

America Fuck Yeah!

Pronto tiraban de nuestra pasión por los arcade “Lo que sentías en los arcade tiene comparación ahora en la Playstation”. Abría el paso Ridge Racer, perdón ¡Riiiidge Racer! para continuar con Cybersled “El juego más mortal del gato y el ratón jamás visto en los arcades”. Efectivamente JAMÁS vi en los arcades esa máquina y dudo que alguien lo hiciera.

A continuación llegaba el turno de los juegos propios de la consola. El mencionado Jumping Flash, catalogado como “El primer juego de plataformas 3D jamás creado en un sistema de videojuegos” o Toshinden, que por aquel entonces llegó a rivalizar con otros 3D fighters como Virtua Fighter o Tekken antes de caer en el más completo de los olvidos. Para terminar con un repaso por varios títulos: Twisted Metal, Warhawk, Total NBA 96 ( o tal vez era el NBA Live 14, no estoy seguro) Ridge Racer, Wipeout (aquí vamos por el buen camino: sensación de velocidad, mecánicas de Mario Kart y vehículos a medio camino entre naves y coches) el completamente olvidable Lemmings 3D, Discworld (con voces en inglés, pero afortunadamente un rótulo nos informa “TEXTOS EN CASTELLANO”, porque por aquel entonces los españoles no sabíamos inglés) Destruction Derby o MYST (lo extraño es que en el vídeo se ve que alguien lo está manejando claramente con un ratón).

A.K.A Pepsiman part deux

Finalmente se despedía con el tráiler de película Mortal Kombat al ritmo del inmortal hit, para cortar a Mortal Kombat 3 donde en la pantalla de selección de personajes eligen a ¿Kabal? (joder, que ese no estaba en la película). Parece que alguien se dio cuenta de que el vídeo se estaba acabando y no habían proporcionado suficientes datos, así que en los 30 segundos finales nos sueltan “Más de 16 millones de colores, escenarios de fondos simultáneos creados con 360.000 polígonos por segundo, 18 millones de píxels por segundo de velocidad de dibujo…Y UN GRITÓN DE DOLARES”.

SEGA SATURN PELIGROSAMENTE REAL

La principal pega de este vídeo es su protagonista, dos en realidad: un pelón plateado y un sosias de Jamiroquai: la personificación del buenrollismo de los 90 de los Spin Doctors y Pauly Shore, que entre ridículos meneítos afirma “Una vez más SEGA es la número uno” ¿Una vez más? ¿Cuándo fue la anterior?

Pronto llegan los problemas. Porque el vídeo dedica demasiado tiempo a explicarnos de que está compuesta internamente la Saturn: los procesadores principales SH1 y SH2, VDP1y VDP2, el Yamaha FH1DSP. Alguien pensó que nos interesaría escuchar este rollo técnico. Afortunadamente durante buena parte de esta perorata nos ofrecían imágenes de Panzer Dragoon. Pero aquí no acaba la cosa, que ahora toca el turno a más datos para alabar la potencia y velocidad de la Saturn, pero esta vez acompañándolo de imágenes de….

VHS Sega Saturn

Llega el turno del multimedia, donde nos explican las funcionalidades de la tarjeta de Vídeo CD, Audio CD, Foto CD… El narrador se esforzaba demasiado en intentar convencernos con lenguaje técnico de las increíbles posibilidades de la Saturn. Se veía de lejos que querían vendernos la moto (vale, es un video comercial, es su propósito. Pero si ves a un argentino acercarse a venderte algo, también es normal que te caiga como el culo su obvia intención.)

¿Donde está Poochie?

Ya fuera con Virtua Fighter Remix (lucía bastante bien, sobre todo comparado con la horrenda versión de 32X), o con Sega International Victory Goal, nos avasallaban con datos y funcionalidades técnicas. NHL Hockey (un problema más de doblar un vídeo realizado en USA), Digital Pimball (es muy triste que visto ahora, sea de lo que llame más la atención del vídeo), Bug (en la estela de mascotas insoportables como Bugsy o Cool Spot. Si no puedes lanzar tu consola con el erizo azul, no lo hagas con esto). Pero para que no nos entrara el pánico ante el poco atractivo del catálogo inicial, el vídeo terminaba con una ristra de futuros títulos que ni se molestaba en enseñar, simplemente se enseñaba la carátula. El vídeo acaba tirando de la mayor baza de Sega en aquel momento: las recreativas. Virtua Cop o Sega Rally, la cual dispondría de más opciones que la versión vista en arcades.

OBJETIVO NINTENDO 64

Este tenía la característica distintiva de ser el único de los tres que no había tomado imágenes promocionales de las campañas USA sino que había sido directamente realizado por Nintendo España. Y así comienza el vídeo, como una especie de infiltración en los cuarteles madrileños para descubrir el secreto mejor guardado. Si ya decíamos que los bits eran importantes por aquel entonces, la nueva consola lo dejaba claro en su propio nombre. Aquí no se enrollaban con el apartado técnico “fruto de la unión de Nintendo y Silicon Graphics, para conseguir una consola que dobla en potencia y triplica en velocidad a las actuales 32 bits”. Ya está bien, el doble y el triple, conceptos simples. Una frase. Y ahora los juegos.

Sam Fisher o tal vez el caco de José Luis Moreno

Super Mario 64 era el juego de presentación. Se hacían referencias a aspectos básicos del juego que lo definirían como EL JUEGO que demostraría cómo había que realizar el salto a las 3D: las multitudes de posibilidades a la hora de controlar a Mario, manejo de la cámara, las mecánicas como la de atravesar cuadros, utilización de personajes de grandes tamaños como un pingüino con el que podremos competir en un tobogán de hielo. El único aspecto negativo de este clip es que nos “engaña” al revelarnos que “encontraremos a Yoshi”. Sí, joder, ENCONTRAR LO ENCONTRAREMOS pero NO podremos UTILIZARLO. Ya ves tú. Pero aun así, este vídeo podría haber acabado ahí mismo que ya le había dado patadas en la boca a los otros dos.

En lo que superaba este vídeo a los anteriores es que aquí se molestaban en explicar un poco cómo funcionaba cada juego, realizaban una auténtica presentación. Así, en Pilotwings 64 nos contaban las siete modalidades de vuelo, los distintos cursos donde pilotaremos diferentes medios. En Wave Race 64 nos comentaban nuevamente sus características y la posibilidad de grabar partidas con el uso del Memory Pack. Lo cierto es que el vídeo es lo suficientemente correcto como para no estar cachondeándose a cada paso de él. Quién te ha visto Ninty.

Toca acabar como siempre con un breve repaso a “futuros lanzamientos”: StarFox 64, Blast Corps, Star Wars Shadows of the empire, Mario Kart 64, GoldenEye. Lo cierto es que todos lucían estupendamente salvo Cruising USA que palidecía al lado de los juegos de coches de sus rivales.

Señor Cuesta, ¿está bien?

Aunque hay que aclarar que este vídeo (y la consola) llegó con más de un año de retraso con respecto a los anteriores. Para compensar el retraso sufrido por el desarrollo de la consola, un año antes y, esta vez sí, a la par que los vídeos de la competencia, Nintendo lanzó otro VHS llamado “Deja de pensar en cómo serán los juegos del futuro” donde un brujo interpretado por José Luis Gil y su característica voz repasaban los últimos títulos que verían la luz de SNES y vislumbraban “EL FUTURO” por aquel entonces llamado Ultra 64, acompañado de unos 5 segundos de render que pintaban a la legua no ser juegos en absoluto.

¿Y cuál fue mi elección? Como ya digo, el video de N64 llegaría mucho más tarde. Y entre el de Playstation y Saturn estaba claro que la mayoría, incluido yo, elegiría el primero. Y así fue. Mi intención al acudir a Centro Mail a comprar mi nueva consola fue hacerme con el Dragon Ball Z Ultimate Battle 22, pero no lo tenían en ese momento. Vi en un monitor un juego que estaban reproduciendo. No sabía cual era. Pero no pintaba mal y algo tenía que llevarme con la consola. El juego era Tomb Raider (el primero).

Porque al final no importa los planes que hagas, siempre hay que dejar algo abierto a la improvisación. Y hasta puede acabar recompensándote.

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