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El fantasma triste. Spöke

Publicado el 14 junio 2021 por Luz1983

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El fantasma triste 3. El encuentro 

El fantasma triste. Spöke
 A Spöke decidimos no llamarlo y esperar a que se decidiera solo. Estábamos seguros de que algún día dejaría de tener miedo. 
Era viernes y habíamos llegado de trabajar. Cansados y felices por el fin de semana y en casa que estaba cada día más hermosa como si alguien nos ayudara.
Empezaron unos ruidos diferentes, como una llamada.
Como siempre salían de la habitación desde cuya ventana se asomó la primera vez y que nunca abrimos para preservar su intimidad.
Nos quedamos allí en medio del silencio.
Él: Falsa alarma. Ella: Qué raro, se sentirá mal.
Él: bueno, nunca nos pareció feliz.
Ya se iban cuando de pronto se entreabrió la puerta. Definitivamente se trataba de una invitación.
La habitación estaba iluminada y era la copia exacta del salón de la baronesa con el sillón vacío. 
La mente nos dio un vuelco. Qué significaba todo eso.
Sobre la mesa había un álbum cerrado. Respiramos profundo y con decisión lo abrimos. Las primeras fotos de color sepia eran de dos adolescentes, dos pequeños vikingos, felices, llenos de vida con distintas tomas de un bosque. Más adelante ya en un lago, ella y en otra toma él, desnudos como estatuas de mármol esculpidas de ayer.
A medida que íbamos avanzando también cambiaban las edades, las escenas y el color.
Casi al final, ya muy mayores, paseando por la arboleda que tanto amabamos ya.
Al lado del álbum reposaba también una cámara pequeña. La habitación, en absoluto silencio.
Encendimos la cámara...
El objetivo seguía a la baronesa, feliz y sin dejar de reír. De pronto, nos quedamos perplejos y nos miramos consternados, una figura de negro le acestó por detrás un fuerte golpe y la cámara que no se detenía, se lanzó veloz contra ese hombre cada más cerca.
Let la soltó y casi se le cae al piso. No podía ser, el periodista... La voz o algo así moduló: ¡Vård! (Cuidado)
Él: ¿Cómo llegó esta cámara aquí...?
Ella: Todo es tan irreal, absolutamente todo amor, así que preocuparse por eso es una nimiedad. Por qué Spöke acaba de decir cuidado. ¿Seremos nosotros que imaginamos todo?
El ruido de un motor nos despertó de esa pesadilla, salimos, cerramos la puerta y solo se escuchaban los ladridos de Pinki. En nada nos plantamos en la entrada.
Él, jadeando y con un hilo de voz: Sh... Mira por una rendija de la cortina.
Ella, mirando: Es el periodista... Qué hacemos.
Él: No lo sé. Ten fuerte a Pinki y...
Un Bach conmovió los cimientos y el techo. Todo vibraba. La Música era una lengua voraz que se iba estirando por la noche.
Ella: Se está escapando. Va hacia el coche.
Él, llamando por el teléfono,: Será mejor así.
El coche que rugia lleno de pánico junto a nuestra ansiedad, no arrancaba.
Él: Se ahogó el motor. Demasiado antiguo.
Cuando la figura salió y empezó a correr por el Jardín, la sirena ya había llegado.
Dos policías corrieron detrás con Bach mudo ya y Pinki que no paraba de temblar en mis brazos.
Tiempo después hablábamos con la baronesa que quería regresar al palacio donde había sido cortesana.
Le preguntamos qué es lo que le hubiese gustado tener a él.
Un pañuelo, el primero que me regaló cuando decidimos huir para estar juntos. Nos despedimos de ella y nos dejó la prenda. 
Tocamos a la puerta y decidimos entrar, reinaba el silencio; olía a jazmín y a paz.
Le dejamos el pañuelo sobre el sofá y salimos con sigilo.
Antes de cerrar, la voz diluida en la brisa pronunció en nuestro idioma cómplice : "Tack" (gracias) y perdiéndose lentamente: "Jag går redan in lugn och orädd bakom henne." (Ya voy tranquilo y sin miedo tras ella.)Y apenas audible: "Hej då vänner." (adiós amigos).
No paramos de llorar, sabíamos que Spöke ya no iba a estar con nosotros.
Él: Venga, no sufras. Volverá a protegernos. Y nosotros a él. Es un amigo.
Ella: Sí... y esta es su casa también. Cuando nazca el bebé, ¿le ponemos Spöke?
Él riendo: ¿Fantasma? Es raro no sé si le gustará al bebé pero sí, gran idea amor. 
El fantasma triste. Spöke

"En la vida, aunque nos cueste creerlo, no todo es lógica. Hay hechos más reales de lo que parecen."
Spöke


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