Revista Cultura y Ocio

El Faraón te quiere

Por Onsokumaru
El Faraón te quiereMe dicen mis "aha"- soldados de a pie-, que les cuente porqué me decidí a servir al Toro Poderoso, Señor de las dos Tierras, etc,etc..., están ociosos, muchas guardias y los enemigos de Egipto parecen estar a sus cosas, aunque todos sabemos que esos pérfidos salvajes siempre están tramando complots, el único salvaje bueno es el que está muerto o el que se convierte en tu esclavo, lo sabe todo el mundo...pero divago, son muchos años de servicio y soy un "soldado de edad" - que tengo mucha mili, vaya-, en fin, no hay nada mejor qué hacer y así pienso en la vida que contará  mi tumba, tengo más de treinta años y puede estar cerca.
Como muchos otros, me presenté voluntario, era pobre y mis padres no podían mandarme a estudiar con los escribas ,mi futuro era deslomarme en unas tierras que no eran mías. Pero un buen día, los heraldos del Hijo de Ra llegaron al pueblo..."alístate y verás mundo", dijeron..."todas las mujeres desean a los soldados del Faraón", dijeron... y la definitiva "cuando te licencies, después de unos años de nada, te darán unas tierras estupendas"...,y me dije," Ahmose,tú eres un gañán destripaterrones, éste es un pueblo miserable y no hay chica decente que te mire dos veces", y hala, me fui con los Heraldos, que repitieron lo mismo en cada pueblo, así que yo estaba convencidísimo...entonces, cuando ya habían cubierto el cupo, su actitud cambió un poco:
Día 1- fortaleza de Buhen , después de una noche en un barracón peor que las cuadras de mi padre, no me despertaron con tiernas palabras y delicadas caricias. El portaestandarte me zurraba entusiásticamente con un palo, acompañado con una serie de sinónimos de la palabra "prostituta" que desconocía, todos referidos a mi santa madre.

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Buhen, alegre campamento de verano

Día 2-  misma fortaleza, me han vuelto a pegar para despertarme, no lo acabo de entender, intento preguntar, pero me pegan más. Hoy el portaestandarte ha insinuado que mi padre es un sucio mercader Fenicio. Y como ayer, tampoco hemos probado bocado.
Día 3- esto empieza a ser desagradable, no descanso, no como, el portaestandarte me insulta... de hecho ,comienzo a pensar que es personal..., será que soy tonto y el Faraón, Hijo de Ra, sabe cosas que yo ignoro, no sé, pero empiezo a pensar en irme... Con el portaestandarte se ha unido un escriba gordo que me mira mal.
Día 4- Se me han quitado las ganas de irme, los arqueros han traído a unos que ,por lo visto, tuvieron las mismas ideas rebeldes que yo, los han cazado con perros y ahora son esclavos. El portaestandarte nos avisa de que si desertamos, nuestras familias pagarán por nosotros...mmm, eso no lo habían dicho los Heraldos.
Día 5- Empezamos con las marchas, "esto endurece", dice el portaestandarte, pero él no lleva nada a la espalda, sospecho que disfruta con esto, pero creo que es mejor callarse. El escriba que va con él me sigue mirando mal.

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El portaestandarte y yo, soy el del suelo

Día 6- Los más antiguos no dejan de decir que cuando estaban ellos todo era muchííííísimo más duro y que no valemos más que la cagada de un camello, con diversas variantes, según el "nomo" de procedencia. A mí me ha tocado el apelativo de "Tebano el afeminado".
Día 7- Hoy hemos visto a los mercenarios nubios, son tremendamente altos, los muy perros, qué asco ser del Bajo Egipto, procuramos que no se nos note y la gente hincha el pecho y hace como que ha matado muchos bárbaros, mientras bebe mucha cerveza. También se comenta, mientras nos despiojamos, lo grande de sus falos, las aguadoras no se cansan de repetirlo... unas pellejas, que diría mi madre, en la gloria de Isis esté.

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Malditos Nubios cabrones y sus falos

Y así hasta que perdí la noción del tiempo, no recuerdo cuánto duró, pero al final me daba igual adónde me mandaran, sólo quería salir, que me dejasen en paz, emborracharme, fornicar y matar a los enemigos de Egipto, el portaestandarte nos dijo que desde Keops el ejército había sido y era una escuela de personas, que se sentía orgulloso de nosotros y hasta lloró y todo el muy hijo de Set.
En fin, que no nos habíamos muerto y nos enviaban a los cuerpos de ejército, hay cuatro, Ptah, Amón, Ra y Set, me tocó en el de Ptah, que, como dice el portaestandarte es el mejor y el terror de los bárbaros, como no soy un buen arquero me tocó en lanceros, que no tenemos tan buen nombre como esos enchufados que matan desde lejos y sin esfuerzo, pero estaba bien, era fácil, la lanza tiene dos extremos , uno bueno y otro malo, el que pincha, hay que asegurarse de estar en el extremo bueno y listo. Me asignaron la cuarta compañía, con otros 250 como yo, y me dijeron , muy solemnemente que éramos "los bienamados de Amón" y que éramos los mejores, que el sebrenombre de la compañía venía de trescientos años atrás y que debíamos ser dignos de él.

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En el día de mi graduación


Pasó un año- Creí que por fin vería guerra y mundo, pero me pusieron a cavar y a construir fortalezas, el escriba de la compañía (ese gordo que me miraba mal) decía que teníamos que trabajar duro, que para lo que hacíamos, el faraón mejor habría gastado sus caudales en burros, ni rastro de la gloria ni del botín, me parecía fatal que un tipo tan gordo me echase cosa en cara con dos cushitas abanicándole la calva, pero pensé que el Faraón, en su inmensa sabiduría , sabría lo que más nos convendría.

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El escriba gordo cabrón, me mira mal 

Segundo año- Hice guardias en infinidad de cruces de caminos, paraque un montón de campesinos pagasen los impuestos como Amón- Ra manda, que hay mucho aprovechado, pero el escriba de la compañía no está muy contento y dice que somos unos vagos, en la compañía, el soldado Didu, que siempre se entera de todo dice que sisa y se queda con una parte, pero el Faraón todopoderoso no lo permitiría, seguro. De hecho debe de ser tan falso, que al soldado Didu le cortan la lengua y lo empalan, el escriba es un gordo hijo de un chacal, pero sabe dibujar figuritas mágicas en el papiro y contar, maldito enchufado cabrón.
Tercer, cuarto y unos cuantos años- Lanzamos expediciones contra poblados bárbaros,los matamos, confiscamos su ganado y nos llevamos a sus mujeres..., malditos salvajes, no saben lo que es la cultura y el orden, menos mal que estamos nosotros para enseñarles, sólo dan trabajo y los botines son una basura.
¡ ¡ ¡   Y un año, por fin, una guerra decente, con enemigos ricos , para forrarnos y casarnos ! ! !
Nos mandan a un sitio de asiáticos incultos, sucios, bárbaros y cobardes según el portaestandarte, que jura que los hititas son afeminados y no valen para nada. A mí me extraña que el Hijo de Ra haya convocado a todo el ejército si son tan flojos, pero es que ya tengo claro que soy idiota y que no entiendo las cosas como el portaestandarte o el escriba, así que ya me veo cubierto de oro y rodeado de esclavas hititas, que soñar siempre ha sido gratis.

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Los de verde somos nosotros, los de rojo esos bárbaros hititas

 El cubil de estos chacales hititas  se llama Qadesh, que a mí me suena a excremento de asno, pero es cosa de bárbaros, si hasta dicen que los ríos fluyen en dirección contraria a la normal, ¡  demonios extranjeros !,
La batalla fue colosal, no pensé que se pudiese juntar tantísima gente para luchar, hay que decir que el portaestandarte estaba equivocado en una cosa, los hititas no son flojos, ni tan afeminados, de hecho un carro hitita descuartizó al

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Los amigos hititas del portaestandarte

portaestandarte, suceso que pareció sorprenderle mucho - yo me alegré bastante, debo decir-, de paso perdimos a la mitad de la compañía, pero pude demostrar mi valor, llevando manos y penes enemigos ante el Faraón, mi nombre fue citado por los Heraldos, y el escriba gordo cabrón ya no pudo llamarme vago. Es más, maté tantos hititas, que Su Majestad tuvo a bien entregarme diecinueve esclavos, entre hombres y mujeres, y me concedió la Orden de la Mosca de Oro. La más alta distinción para un guerrero, además murieron unos cuantos más antiguos que yo, así que hasta podré ascender. La vida empieza a sonreirme.

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Así acaban los enemigos de Egypto, lo sabe todo el mundo


Mes siguiente- Después de las celebraciones y desfiles, he vuelto a Buhen... ya no me despiertan a palos, un avance, pero hay que entrenar todo el día y ya no estoy para fiestas, algo que no suelen comentar los heraldos es que el servicio militar es para toda la vida.
Echo de menos al portaestandarte, el nuevo es bastante peor y huele mal.
Otro mes de mierda más- El escriba gordo cabrón me ha presentado voluntario para reparar un canal, le odio un poco, de hecho le odio mucho, es más, lamento que los hititas no le empalasen a él y a toda su familia.
Más meses- Los nubios me tienen harto, coincidimos en el despioje, y haciendo gala de sus enormes falos  tienen la cara de decirme que ellos sí que se merecían la Mosca de Oro, le he dado una buena paliza al primero que lo comentó, y me siento francamente bien, es más estoy pensando en hacerle lo mismo al escriba gordo cabrón, pero tal vez sea excesivo, no sé, procuro emborracharme bastante, estoy un poco harto a veces.
Día de hoy- He cogido a los nuevos reclutas, les he insultado, despertado a palos, y he insultado a sus madres, de hecho, es divertido cuando se lo haces a otros, además te puedes reír de su cara de paletos cuando llegan, que es igual a la que tenía yo,pero ahora nadie se atreve a decirlo. Claro, soy portaestandarte, y sí, merece la pena servir al Hijo de Ra,porque como me dijo otro portaestandarte hace mucho, "el nombre de los héroes perdurará en la Tierra".

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