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El faro del desierto - Antonio García Cazorla

Publicado el 01 noviembre 2017 por Entremislibrosyo
El faro del desierto - Antonio García Cazorla

Es difícil sacarme de mi zona en confort en cuanto a lecturas se refiere por eso quizá os sorprenda encontrar hoy en el blog una novela en la que la fantasía juega un papel muy importante ya que es un género bastante alejado de mis gustos habituales, pero motivos que no os voy a contar por no alargar esta introducción hicieron que esta lectura llegara a mis manos y os digo desde ya que me alegro de que así fuera. Hoy os hablo de El faro del desierto.

Sinopsis 


Emilia Calatrava y Lorenzo Guzmán pertenecen a dos mundos diferentes, sin embargo comparten la misma esencia, ayudar al semejante.A partir de su primer encuentro, se desarrolla esta maravillosa historia, que nos transporta a un ambiente en el que se mezclan y entrelazan, a la perfección, un escenario terrenal y mundano con un universo de fantasía, etéreo e ingrávido.El ideal que comparten nuestros personajes impregna a los habitantes de una pequeña ciudad de provincias, despertando su espíritu solidario y haciéndolos protagonistas de un hecho insólito.Antonio García Cazorla, en esta su ópera prima, nos sorprende con una estupenda novela, narrada con un estilo literario propio y singular, que tan bien conocemos los que estamos acostumbrados a sentir con sus canciones.Es un derroche de fantasía e imaginación, que solo exhiben los grandes, para deleite de mentes inquietas y almas ávidas de sensaciones.El faro del desierto provoca emoción, genera sentimiento y nos transporta a un mundo de ilusión, como pocos libros son capaces de hacer.

Mi opinión


Hoy no os voy a hacer el pequeño resumen de la historia que habitualmente hago porque El faro del desierto es una de esas lecturas a las que es mejor enfrentarse totalmente a ciegas y, sobre todo, sin prejuicios. Os aviso que en mi caso no fue del todo así porque la persona a través de la cual me llegó la novela algo me había contado y, aún así, he ido de sorpresa en sorpresa.

El faro del desierto plantea muchos y variados temas al lector, no en vano toda la trama pivota en torno a un trabajador social y a algunos de los usuarios del centro en el que trabaja, pero por encima de todo estamos ante una lectura que nos habla de la eterna lucha entre el Bien y el Mal. Esta batalla, siempre vigente en la literatura, es la que nos plantea Antonio García Cazorla  y para ello se vale de un mundo de fantasía al que traslada al lector con facilidad porque, por descabelladas que sean algunas de las situaciones que nos plantea, el autor consigue desde las primeras páginas dotar al entorno de una atmósfera envolvente atrapando al lector y convirtiendo en plausible lo más insólito. En esta lucha no podía faltar otro tema que se erige como la mejor arma con la que luchar y vencer a ese Mal que nos acecha incluso cuando no lo vemos: la solidaridad. La solidaridad que se desvela como única salvación y que da un sentido a la vida incluso de quienes nunca se creyeron capaces de levantarse y alzar la voz ante el dolor y la injusticia.
Los personajes principales, Emilia y Lorenzo, tan equidistantes y tan complementarios, y tan parecidos cuando de sacar fuerzas se trata, están dibujados con esmero y mimo, consiguiendo el autor de nuevo dar credibilidad a la magia y presentarlos ante el lector de forma reconocible y cercana. Junto a ellos el autor despliega un amplio elenco de secundarios y es aquí donde tengo que poner un pero a la novela y es que, además de ser numerosos, el autor en ocasiones se pierde en una narración excesiva de las circunstancias personales, tanto pasadas como presentes, de estos personajes de forma que la novela pierde en algún momento el ritmo pausado pero constante que mantiene desde el inicio, para entrar en algunos valles que ralentizan la lectura con una serie de datos que poco o nada aportan a la trama principal y que sacan al lector de ese mundo onírico que con tanto acierto ha sabido dibujar. Esto es algo que suele ocurrir bastante en las primeras novelas y Antonio García Cazorla, como tantos otros antes que él, ha querido contarnos más de lo que era realmente necesario, nada que no sea perdonable en un autor novel.
Pero si hay algo que me ha gustado de El faro del desierto y que no puedo dejar de destacar es la maravillosa forma que tiene de narrar el autor. Si bien es cierto que se aprecian grandes diferencias entre unos capítulos y otros, e incluso en las distintas situaciones que se dan dentro de los mismos, en los que el autor en ocasiones se deja llevar por un exceso coloquial, en general su estilo es elegante y su prosa resulta cálida, envolvente, musical y por momentos parece convertir la prosa en poesía. Esto se pone de manifiesto en muchas y variadas ocasiones, pero es en la narración de un encuentro sexual donde Antonio García Cazorla derrocha sensibilidad y sensualidad. Quiero destacarlo porque es realmente difícil no caer, no ya en la vulgaridad, sino en fórmulas manidas intentando precisamente evitar lo vulgar y el autor supera la prueba con nota ofreciendo a los lectores un pasaje en el que consigue que el lector viva y sienta el momento mágico en el que dos cuerpos que se aman se unen en un viaje en el que el placer físico y la plenitud emocional conforman un todo.Me ha gustado leer El faro del desierto y me gustaría aún más leer al autor en otro registro, en otro género en el que potenciara ese lado íntimo e intimista que me ha dejado adivinar con su ópera prima y con el que me ha cautivado. Tengo la sensación de que Antonio García Cazorla tiene muchas cosas que contarnos y que El faro del desierto puede ser solo el aperitivo. Mientras el resto llega, que espero que así sea, solo me queda animaros a leer esta novela.

Ficha técnica


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