No sé, hay días de esos en los que, sin motivo aparente, te levantas con una fuerza brutal, llena de ánimo y energía. Te miras al espejo, el granito ese de la mejilla te da igual, e incluso te atreves a tomarte un pastelito de chocolate. ¡¡¡La vida es rosa!!!
Pero otros días......otros son dignos merecedores de pasar al cubo de la basura directamente. Te levantas con dolor de cabeza, cansada. Te sientes fatal por salir de casa y dejar a los niños ya de peleas.Miras la cantidad de gastos que se te vienen encima este mes y te planteas que, quizá, uno de esos préstamos inmediatos con un interés del chopocientos por cien no sea tan malo....o huir del país. Llegas al trabajo y no soportas ni que te soplen. Menos aún que te den la paliza con tonterías. O que te digan que esa norma no escrita por la que los viernes se hacía jornada continua, ya no está vigente y que los viernes trabajarás también por la tarde.Además, sales a toda prisa para poder llegar a casa y ver a los niños un ratito, al menos 10 minutos antes de salir de nuevo pitando a la reunión de principio de curso. Pero no. Tus queridos hijos deciden que es mucho mejor volverte loca: una grita que quiere que la peines tú, a la vez que los mocos se le van pegando a esa melena gitanera que pide a gritos que se la cortes desde hace un mes. El otro, huye despavorido y no quiere ni acercarse a ti porque tiene una carita triste pintada en la mano y teme que le riñas. El mayor ya se gana una bronca nada más abrir la puerta, porque te recibe tal y como vino al mundo (pero con calcetines, eso sí) cuando llamas al timbre. ¿Pudor?¡¡¡¿ qué es eso?!!! (¿Y SI NO HUBIESE SIDO YO?)Vaya, que los 10 minutitos amorosos se convierten en los diez minutos del infierno, hasta que dices "¡si lo sé no vengo!", consigues de alguna forma que se pongan en fila (y vestidos) en la puerta como si fuesen los Von Trapp, das fugaces besos en las respectivas mejillas y te vas. Camino del colegio, le cuentas a tu marido la mala leche que tienes y por qué (sólo de las partes que tienen algún tipo de justificación, claro, las de "porque sí" no cuentan), y como somos multitarea vas pensando que el pelo de los niños ya parece un casco de los clicks, ¡peluquería ya!Colegio, reunión que se prolonga más de lo habitual. Piensas que al menos estás con tu marido, tenéis un rato para veros en todo el día.(veros, pero no hablar. shhhhhh, que estás en una reunión) Hasta que a las 9.30 llegas de nuevo a casa. Adios a los abuelos que se van a su casa. Comprobáis que no hay uniforme limpio para uno de ellos (lavadora), que no habéis hecho aun el segundo plato de la comida del día siguiente (cocinemos), y demás repasos habituales. Los enanos ya están fritos, así que sigues sin haber entendido del todo la razón de la carita triste....Por fin, ¡por fin! os sentáis a cenar (sandwich, que no está el body para farolillos) y en el momento en que empiezas a dar cabezadas delante de la tele te das cuenta......¡mierda! ¿Lo habré soñado? No. No es un sueño. En esa reunión en la que medio desconectaste te han nombrado subdelegada de padres de la clase. Pues vale. Mañana más.(Os dejo, que me voy a llorar un rato)Revista En Femenino
Hay días buenos y días malos. Ayer fue un día pésimo. Si es una señal de lo que será el mes de octubre, mal vamos. Problemas en el trabajo, en casa, atasco en el coche.....todo presagiaba un día malo no, malísimo. Y por la gente con la que he hablado, no me ocurrió solo a mí.