Parece ser que el FBI no podrá decirle nunca a Apple cómo desbloqueó el famoso teléfono de San Bernardino. Según cuentan en Reuters, los hackers que descubrieron la manera de atacar el teléfono en propiedad del FBI, son los únicos que disponen de la propiedad legal de la herramienta necesaria para hacerlo. Es más, los agentes no saben ni siquiera qué tipo de vulnerabilidad utilizaron o cómo funciona exactamente el hardware de los hackers que utilizaron para desbloquear el teléfono.
El propio director del FBI aseguró en una conferencia privada que estaban considerando ofrecer a Apple los detalles de la técnica siguiendo el llamado Vulnerabilities Equities Process, un proceso en el que varias agencias determinan si deben hacer pública una vulnerabilidad o no. Esa valoración determina si pueden seguir haciendo uso de un fallo a favor de sus investigaciones, sin embargo, en el caso de los hackers de San Bernardino, la herramienta utilizada pertenece legalmente a ellos, una empresa privada.
Por tanto, por mucho que quieran, los federales no pueden compartir la información porque ni les pertenece ni conocen todos los detalles, así que Apple tendrá que seguir esperando a que alguien de con la clave o ellos mismos pongan el parche necesario a la vulnerabilidad. Un capítulo más en esta historia de hackers, seguridad, privacidad y teléfonos casi infranqueables.