Artículo escrito por: Guillermo Fernández:
El FC Barcelona se impuso al Valencia en la vuelta de semifinales de la Copa del Rey en un partido algo extraño en el que los de Unai Emery tuvieron sus opciones pero los goles de Fábregas y Xavi decidieron.
El encuentro comenzó con un Valencia enchufadísimo. Emery, como es habitual en él, había estudiado al milímetro el encuentro y tenía claro lo que hacer. Presión tremendamente adelantada para dificultar la salida de balón del FC Barcelona y transiciones rápidas tras robo con Banega como centro de las operaciones. El argentino llevaba el peso del encuentro y la movilidad de los hombres de arriba hacía que las combinaciones fueran precisas y peligrosas rondando el área culé. Feghouli tuvo la primera del partido pero el balón se estrelló en el lateral de la red. Pero lo peligroso de esta forma de jugarle a los de Pep Guardiola es que te roben un balón con el equipo saliendo. Y así fue. Pérdida ché, balón de Messi al espacio para que Fábregas, ante la mala salida de Diego Alves pusiera el 1-0 en el marcador. Aquí se acabó el Valencia.
Tras recibir el gol, los visitantes se fueron del partido. Lo que era una presión intensa se convirtió en pura especulación. El acierto en el pase y el entusiasmo y movilidad en ataque se diluyó como un azucarillo. A esto ayudó que el Barça despertara de su letargo y se pusiera a funcionar. La vuelta de Xavi al equipo como una de las principales apuestas de fútbol del equipo hizo que las cosas volvieran a su sitio tras varios partidos algo perdidos. Fábregas volvió a mostrar su mejor cara y Messi se sentía más cómodo y liberado. Cuando está en el campo el ‘6’ hace mejores a los de su alrededor. De este modo, entre el acierto blaugrana y los regalos del Valencia, especialmente de Rami y Víctor Ruiz, Diego Alves, pese a haber fallado en el gol en contra salvó a los suyos de una goleada de escándalo. Fábregas y Messi pudieron adelantar a los suyos hasta en tres ocasiones clarísimas antes del descanso.
Tras el paso por vestuarios, el Valencia volvió a aparecer. Jordi Alba tuvo un mano a mano con Pinto nada más comenzar y los fantasmas de no cerrar los partidos se cernían sobre el Nou Camp. Según pasaban los minutos el encuentro se transformaba más en un correcalles, en un ida y vuelta que el Barça no cerraba y en el que el Valencia se sentía cómodo porque seguía vivo en contra de los pronósticos deportivos
según se había puesto el partido. Pero llegó el bueno de Feghouli y se cargó el partido para los suyos. Asestó un codazo a Puyol que le supuso la segunda amarilla y dejó a su equipo con diez. Esta acción dinamitó las opciones de los de Unai Emery, más aún cuando tan sólo cinco minutos después Xavi puso el 2-0 en el marcador con el que se acabó el encuentro.
De este modo, a falta de sede oficial, el FC Barcelona se enfrentará al Athletic de Bilbao repitiendo la final de 2009 aunque, viendo a unos y a otros, especialmente a los vascos, todo indica que las cosas no serán iguales. El Valencia, por su parte, abandona esta Copa del Rey con la cabeza muy alta tras haber plantado cara al todopoderoso equipo de Pep Guardiola.