Las cuatro novelas de la imagen tienen mucho en común: están ambientadas en un lugar exótico, sus argumentos prometen aventuras y romance, son fáciles de leer, tienen una extensión considerable y sus autoras son de Alemania. ¿Casualidad? No, estamos delante de un nuevo fenómeno literario, el de las "landscape novels" (literalmente, "novelas de paisaje"), término que acuña Ediciones B en su último boletín de novedades para describirlas.
En efecto, esta editorial es la máxima responsable del reciente apogeo de este género en España. Tras el éxito de En el país de la nube blanca y su continuación, La canción de los maoríes, ha apostado por dos novelas que no duda en comparar con las de Sarah Lark: El cielo sobre Darjeeling y El río de la fortuna, que se ambientan en la India y Australia, respectivamente. El diseño de las cubiertas es muy similar y no da lugar a engaños. Al parecer, estas escritoras fueron creadas expresamente por una editorial alemana para aprovechar el tirón de las "novelas de paisajes". No sería raro que en los próximos meses se publicaran más títulos similares, pues.
El otro libro que incluyo en el grupo es Estrellas sobre Tauranga, de Maeva. No he visto que la editorial lo compare abiertamente con En el país de la nube blanca (supongo que para no citar a la competencia), pero lo cierto es que la sinopsis se le asemeja mucho: chica joven que viaja a Nueva Zelanda con la esperanza de encontrar la felicidad allí. Además, la autora es alemana y ha tenido un gran éxito en su país, de modo que seguramente sigue en la línea de las demás.
El tema en sí no es nuevo (innovar en literatura resulta complicado); lo que supone una novedad es el hecho de apostar fuerte por él. ¿Qué opináis sobre este género? A mí me parece atractivo porque me gusta descubrir otros países a través de la lectura. No obstante, cuando busco calidad me decanto por otras opciones, puesto que estas novelas me parecen más bien literatura de entretenimiento. Preferiría que profundizaran en los personajes en lugar de dar tanto peso al amor (al menos así lo he percibido en las novelas de Sarah Lark. Tendré que leer las demás para poder juzgarlas en condiciones).
¿Seguirá este fenómeno la estela del thriller pseudohistórico de Dan Brawn, la novela negra nórdica y la literatura juvenil de vampiros, o se quedará en algo pasajero? El tiempo lo dirá, pero con esas presentaciones tan atractivas seguro que consiguen un buen puñado de lectoras, aunque evidentemente no todos los títulos funcionarán tan bien como En el país de la nube blanca. De momento, tengo la intención de leer alguno porque me apetece perderme de nuevo en los paisajes de Oceania (el que se ambienta en la India no me atrae tanto).
Eso sí, también digo que lo poco gusta y lo mucho cansa. Esperemos que estas autoras hayan sido capaces de plantear tramas distintas y no sean una mera repetición de una misma historia en diferentes ambientes.