La entrada El fenómeno flexitariano: ¿Qué es y por qué importa?, escrita por Joseph de la Paz apareció por primera vez en Vitamina Vegana.
¿Qué significa ser flexitariano? ¿Quién adopta una dieta flexitariana y cuáles son sus motivos? ¿Y por qué el flexitarianismo es una buena noticia para los veganos?
Si le pudiera contar a mi querida abuela el tema de este artículo, seguramente se reíría. Vaya palabrita, diría, para luego sentenciar: “¡Pues entonces yo soy flexitariana!”
Pero en el siglo XXI, cuando un español consume de promedio entre 50 y 100 kg de carne al año, la dieta flexitariana es toda una noticia. Sobre todo cuando marca tendencia y crece tan rápido.
¿Qué es un flexitariano?
Un flexitariano es alguien que sigue una dieta vegetariana pero consume algún tipo de carne o pescado de forma ocasional. O sea, un vegetariano flexible.
Ésta es la definición más común, y aquí ya surgen varias preguntas: ¿Cuánta sería la cantidad máxima de carne en una dieta flexitariana? ¿Qué significa ocasional, una vez al mes o dos por semana? Existen diversas respuestas según a quién preguntemos. No hay un parámetro definido y la interpretación de lo que significa ser flexitariano es bastante… flexible.
En la práctica, hay muchas formas de entender el flexitarianismo. Una de ellas, por ejemplo, incluye a quienes tratan de reducir su consumo de carne de modo significativo. Es el típico “yo apenas como carne”. ¿Te suena? A mí me lo dicen a menudo, y a veces es verdad…
En todo caso, el criterio principal al hablar de dietas flexitarianas sigue siendo una alimentación mayoritariamente basada en plantas pero que no excluye cierto consumo de productos de origen animal.
El término “flexitarianismo” es un neologismo a partir de la combinación de dos palabras: vegetarianismo y flexible. Fue acuñado por el nutricionista Dawn Jackson Blatner a principios de los 90. Responde a la necesidad de denominar un creciente número de personas interesadas en adoptar una dieta vegetariana pero que no quieren, o no se ven capaces de, renunciar definitivamente a las carnes y los pescados.
Las palabras “flexitariano” y “flexitarianismo” aún no están reconocidas por la RAE. Pero tras la inclusión de términos como “veganismo” y “especismo” en los últimos años, parece cuestión de tiempo.
¿Qué comen un flexitariano?
La dieta flexitariana se compone, en su mayoría, de alimentos vegetales: cereales, legumbres, frutas, verduras, semillas, etc. Por lo general, también incluye productos de origen animal como los lácteos, los huevos o la miel, habituales en cualquier dieta vegetariana (ovolacteovegetariana, para ser más exactos).
A veces, los flexitarianos también comen pescado, marisco, pollo y otros tipos de carnes. Sin embargo, se trata de un consumo ocasional, por ejemplo en encuentros sociales o por motivos de comodidad y disponibilidad.
Un flexitariano, por lo general, elegirá siempre que pueda una opción vegetal. Por ejemplo, si ve en el menú de un restaurante una hamburguesa vegetal y otra de carne, optará por la primera. Pero si no hay una opción vegetariana atractiva, a diferencia de un vegetariano o un vegano, el flexitariano actuará “con flexibilidad” y quizá pida un plato con carne.
¿Cuántos flexitarianos hay en el mundo?
El flexitarianismo ha crecido de manera exponencial en la última década. En el sector de la alimentación, se considera este fenómeno como una de las tendencias de mercado más importantes para las próximas décadas.
Pero es difícil saber de verdad cuántas personas siguen esta dieta. No existe ningún censo oficial al respecto. La interpretación de la dieta flexitariana, como hemos visto, es muy amplia. Además, todos los estudios se basan en la propia evaluación subjetiva de los encuestados, algo poco fiable según los expertos en la materia.
Los datos que tenemos indican porcentajes muy dispares en los distintos países estudiados, desde el 45% en Australia hasta el 10% en Dinamarca. En Reino Unido y EEUU entre 25% y 40% de los encuestados se declara flexitariano. Si nos atenemos a la influencia global del estilo de vida en países anglosajones, parece razonable predecir que el número de flexitarianos crecerá pronto también en otras regiones del mundo.
Por último, cabe recordar que millones de personas en países no occidentales viven, tradicionalmente, a base de una dieta vegetariana con una muy pequeña ingesta de carne… ¿No es esa la definición de flexitariano? Aún así, no he encontrado ninguna publicación relacionando estas comunidades con la dieta flexitariana.
¿Quiénes son los flexitarianos?
El fenómeno flexitariano es bastante nuevo, y el término se usa de forma muy flexible. Aún así, éstas son las principales características comunes a los flexitarianos:
- Son jóvenes y urbanos en su mayoría.
- Son conscientes de los distintos beneficios de una dieta basada en plantas, para su salud, para el medio ambiente y también para evitar el sufrimiento animal.
- Sus principales motivaciones son la salud y el sobrepeso, seguidos por el medio ambiente y los animales.
- Prefieren no comprometerse con una dieta “restrictiva” para así tener más opciones.
- Están orgullosos de consumir poca carne y sienten que son bien vistos por la sociedad.
Demografía flexitariana
El flexitarianismo y otras dietas que buscan reducir el consumo de carne son especialmente populares entre los más jóvenes: la generación Z y los millenials. Según un estudio, el 54% de los menores de 25 años evita los productos de origen animal.
También, según varios estudios, en los grandes núcleos urbanos se encuentran muchos mas flexitarianos que en otras zonas.
Por países, Australia parece encabezar la tendencia flexitariana en el mundo con un 45% de consumidores que declaran abstenerse en mayor o menor medida del consumo de animales. Reino Unido y EEUU le siguen de cerca. En Europa, según una encuesta de Veganz (no incluye a España), el 22,9% de la gente se identifica como flexitariana.
¿Por qué la gente se hace flexitariana?
La principal motivación de las personas que deciden adoptar una dieta flexitariana es la salud. Los beneficios de la alimentación basada en plantas están ampliamente documentados y reconocidos ya por la comunidad científica. Al mismo tiempo, los perjuicios del consumo de carne y pescado han recibido mucha atención pública.
Además de una nutrición más saludable, la preocupación por el medio ambiente también motiva a muchos flexitarianos. Este factor parece ir en aumento. Hace poco, la ONU defendió la reducción drástica del consumo de proteína animal como condición para combatir con éxito la crisis climática.
El precio de los productos de origen animal, en especial de la ganadería ecológica, también anima a muchas personas a cambiar su filete por un buen plato de lentejas. Según The Vegan Society, el menor coste de los alimentos vegetales saludables (no procesados) ha contribuido a la popularización de las dietas flexitarianas.
Finalmente, evitar el sufrimiento animal también es una motivación para muchos flexitarianos, aunque no se abstengan totalmente de los productos de la explotación animal. Las diversas campañas contra el maltrato animal en la industria y los reportajes encubiertos en instalaciones ganaderas influyen en un buen número de personas que empiezan a ver la carne con otros ojos.
En una encuesta realizada en Reino Unido, las personas interesadas en reducir su consumo de carne señalaron la salud como razón principal (casi el 50%). El 28% incluyó el sobrepeso. El bienestar animal y el medio ambiente aparecen cada uno en casi el 25% de las respuestas. El temor a los antibióticos, usados masivamente en la ganadería, fue mencionado por el 18% de los encuestados. Por último, uno de cada 10 se refirió al sabor como motivación…
Fuente: Mintel / BBCOtras dietas con menos productos de origen animal
Si trazamos una línea entre la dieta omnívora y la dieta vegana, tenemos un amplio espectro con varias dietas diferentes. La flexitariana es claramente la más significativa e influyente en los últimos años, pero existen muchas variantes. Vale la pena mencionar algunas de ellas.
Reducetarianismo:
Los reducetarianos son quienes deciden reducir su consumo de productos de origen animal. Su dieta quizá no se base en alimentos vegetales, pero al menos lo intentan y reconocen cuál es el camino a seguir.
Pescetarianismo:
Los pescetarianos no comen carne, pero sí pescado, marisco y otros productos de origen animal.
Ovolácteovegetarianismo:
Los vegetarianos, por lo general, son ovolácteovegetarianos. Se alimentan de vegetales, huevos y lácteos, excluyendo las carnes y los pescados.
VB6:
La dieta “Vegan Before 6” (Vegana hasta las 6) alcanzó cierta popularidad hace unos años en Norteamérica. Los seguidores de esta idea comen vegano hasta las 6 de la tarde, y en la cena pueden incluír también productos de origen animal.
¿Es el flexitarianismo una etapa de transición al veganismo?
No hay una sola manera de hacerse vegano.
Muchos lo hicieron de golpe. Otros pasaron un tiempo de transición, reduciendo su consumo de animales de forma paulatina. En este sentido, muchas personas interesadas en el veganismo pueden “perderle el miedo” adoptando una dieta flexitariana.
Sin embargo, parece que la mayoría de los flexitarianos no se plantea hacerse vegana o vegetariana en el futuro. En una encuesta, sólo un 2% considera probable terminar siendo vegano, y un 7% cree que será vegetariano.
Son porcentajes bajos, pero aún así superan los de la población general (los aunoveganos). O sea, es más probable que una persona flexitariana se haga veg*ana en comparación con alguien que consume carne regularmente.
Además, sólo es una encuesta. Espero que pronto se recopilen más datos, en diversos países, y podamos analizar mejor esta cuestión.
El flexitarianismo, síntoma del crecimiento del veganismo
La popularidad de las dietas flexitarianas y las motivaciones esgrimidas para adoptarlas sugieren que los distintos mensajes promovidos por el movimiento vegano están calando poco a poco en la sociedad.
Todavía hay médicos que se llevan las manos a la cabeza al oír que somos veganos, pero cada vez son menos. La divulgación científica llevada a cabo por cientos de profesionales, como el Dr. Greger, el PCRM, o en España Aitor Sánchez García, tiene resultado.
También el argumento ambientalista contra la ganadería y la pesca, tan bien presentado en Cowspiracy y en Seaspiracy, ya es conocido y asumido, aunque siga despertando polémica.
Por último, el rechazo a los productos de origen animal por motivos éticos también va en aumento. La gente es hoy más consciente que nunca de los horrores de la ganadería industrial. Y esto, sin duda, despierta o refuerza la voluntad de reducir el consumo de carnes.
He hablado con muchas personas sobre veganismo. Gran parte de ellas reconoce que lo “ideal” sería terminar con la explotación animal y admiran a los veganos. Pero, por los motivos que sean, casi todas admiten que les cuesta imaginarse siendo veganas. Para esas personas, con claros síntomas de vegafilia, la dieta flexitariana puede ser el punto de inflexión, el inicio de un cambio.
En definitiva, la pujante tendencia flexitariana fortalece la idea de que el veganismo representa el próximo Zeitgeist (espíritu de la época) que marcará el rumbo de nuestra historia. Cada día más hogares deciden reducir o rechazar el consumo de animales. Poco a poco, la especie humana se va haciendo a la idea de que un mundo sin explotación animal es posible.
Víctor Hugo lo explica en pocas palabras:
No hay nada en el mundo tan poderoso como una idea cuyo tiempo ha llegado.
El fenómeno flexitariano: ¿Positivo para el veganismo?
La irrupción del flexitarianismo supone una buena noticia para el movimiento vegano y para cualquier persona que desee ver el fin de la explotación animal.
Es cierto que reducir el consumo de carne no basta. Y muchos veganos quizá se vean tentados a criticar y despreciar a los flexitarianos (tal como ocurre, por desgracia, hacia otros miembros del colectivo vegano).
Pero desde un enfoque pragmático y realista, deberíamos apreciar los efectos positivos que tiene la popularidad de las dietas flexitarianas para el objetivo del movimiento vegano.
1. Menos demanda de carne, menos explotación animal
Al no consumir habitualmente productos de origen animal, millones de flexitarianos evitan la muerte de un gran número de animales.
A nivel individual, su impacto es menor que el de un vegano, pero como colectivo, los flexitarianos probablemente “salven” la vida de más animales que toda la comunidad vegana. La reducción de la demanda de carne, impulsada en gran parte por los flexitarianos, provocará inevitablemente la reducción de la cría, explotación y asesinato de millones de animales.
2. Más demanda de alternativas vegetales
Los consumidores flexitarianos están creando una gran demanda de alternativas vegetales a la carne y al pescado, principalmente, pero también a otros productos de origen animal como los lácteos y los huevos.
El sector de la alimentación plant-based está en plena efervescencia. Se estima que crecerá un 1000% en esta década, y se debe en gran parte a los flexitarianos.
3. Mayor oferta vegana, más fácil hacerse vegan
El creciente porcentaje de flexitarianos en el mercado fomenta una mayor oferta de productos, servicios, restaurantes y menús veganos. Vivir vegano será cada vez más cómodo y menos restrictivo.
Para nosotros es genial. Pero para los millones de personas que consideran difícil llevar un estilo de vida vegano, puede ser el empujón que necesitan.
4. Menos consumidores de carne, normalización del veganismo
Hace un par de décadas, un vegano era visto como un bicho raro. Todavía hoy, muchas personas veganas se enfrentan a estigmas, muestras de vegafobia y rechazo social.
El aumento de consumidores, veganos o flexitarianos, que prefieren la opción vegetal a la carne, contribuye a la aceptación social de los veganos y a la normalización del veganismo.
5. Más veganos potenciales, más cerca del punto de inflexión
Los flexitarianos están más receptivos y abiertos al veganismo que el resto de la sociedad. Por eso, constituyen una enorme reserva de nuevos veganos potenciales.
A menudo, los cambios de hábitos preceden a la racionalización ideológica y no a la inversa. Así como mucha gente trata de justificar su consumo de carne porque es lo que come cada día, a los flexitarianos les es más fácil aceptar que la explotación animal no tiene justificación ética. Están menos condicionados a acatar las premisas ilógicas de la ideología carnista.
En definitiva, ayudar a un flexitariano a hacerse vegano parece más factible que vegangelizar a un ávido consumidor de carne, un pescador o un taurino. Por cierto, si te interesa el reto, este artículo aporta varios datos y consejos para comunicar el veganismo a personas flexitarianas de manera más efectiva.
Habiendo millones de personas flexitarianas, el número de veganos en el mundo seguirá creciendo y acercándose al punto de inflexión.
Invitación
En resumen, los flexitarianos representan el creciente interés del mundo en la alimentación basada en plantas. El mundo vegano que deseamos está un poquito más cerca.
Y a ti, apreciado/a flexitariano/a que decidiste reducir tu consumo de animales, te digo:
¡Qué bueno que te acercaste! ¡Bienvenido! Pasa, te invito a una horchata de chufa en el salón…
Y ahora, tu turno. ¿Qué experiencia tienes tú con el flexitarianismo? ¿Qué opinas? ¿Conoces a alguna persona que sea flexitariana y no lo sepa? ¿Te quedan preguntas sobre el tema? Comenta, te leemos.
¿Quién más debería leer este artículo? ¡No seas egoísta, compártelo!
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