Mary Smith haciendo su
trabajo de knocker upper
En esta época todavía no se habían inventado los despertadores, así que era el ruido de las máquinas de las fábricas empezando a funcionar lo que indicaba a los trabajadores que era el momento de levantarse e ir a trabajar. Además, muchas empresas contrataban a los “llamadores” ("knocker uppers" en inglés); su trabajo consistía en golpear las puertas de las casas de los obreros para despertarlos y hacerles saber que era hora de acudir al trabajo. Utilizaban para ello, palos, largas, baras o guijarros. Lo hacían dando ligeros golpes en las ventanas de aquellos trabajadores que pagaban sus servicios, lo suficientemente fuertes para despertarlos pero no lo bastante para despertar a quienes no pagaban. Business is business. Para que los victorianos pudieran ajustar sus relojes a la hora, o simplemente para que pudieran saber la hora, había un reloj en el ayuntamiento local o en las estaciones de trenes. Y ya que hablamos de los relojes en la época victoriana, no debería cerrar esta breve entrada sin mencionar el más importante, el reloj más famoso del mundo: el Big Ben. Quizá ya sabéis el porqué de su nombre… Los cuatro relojes de la torre funcionan gracias a un mecanismo de cinco campanas que se encuentran en su interior. A la más grande de las cinco, que tiene un peso aproximado de 13 toneladas, se le dio el nombre de Ben en homenaje al jefe de obra de Londres, cuyo nombre era Benjamin Hall. El nombre de Big Ben corresponde, por lo tanto, a la campana aunque actualmente nos referimos con este nombre a la torre en general.
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