El pasado dos de Septiembre tuvo lugar una nueva edición de un festival de lo más peculiar que se celebra todos los años en la ciudad holandesa de Breda. Se trata del Roodharigendag o día de los pelirrojos, una de las concentraciones más importantes del mundo de personas con este color de pelo.
Un fin de semana al año, cuando el verano está a punto de finalizar, nos encontramos en las calles de Breda con una curiosa estampa.
Miles de pelirrojos llegados de todas partes se reúnen en esta localidad para asistir al roodharigendag. En este evento, aparte de ver otras personas de pelo anaranjado, los asistentes pueden participar en sesiones de fotos, pasear por la ciudad y apuntase a talleres cuya relación con la coloración capilar es bastante variable, como lecciones sobre vestimenta favorecedora para pelirrojos o clases de preparación de cócteles.
Cada año la web del festival publica el color que los asistentes deben vestir para la foto principal del grupo. En ediciones pasadas se vistieron de blanco, de negro... y este año les ha tocado ir de verde cuan ejército de leprechauns. Pero esta no es ni mucho menos la única instantánea en la que figuran los invitados, ya que gran parte de las actividades que mencionábamos antes consisten en posar y posar para fotografías (algunas de discutible buen gusto).
"He vendo hasta Breda para posar sobre una foto de un faro"
La web del roodharigendag nos cuenta además curiosidades sobre los pelirrojos. ¿Sabíais que por ejemplo las personas con este color de pelo presentan una inmunidad a la anestesia superior a la media pero tienen mayor propensión a ser picados por las abejas? Y, un dato preocupante, la página pronostica que los pelirrojos (o personas que presentan rutilismo, para los pedantes) pueden extinguirse completamente dentro de unos cien años. ¿Saldrá del roodharigendag alguna pareja que ayude a preservar esta característica genética?
Pelirroja de Klimt
Descubierto el evento nos queda averiguar quién es el cerebro responsable de tan rocambolesca idea. A priori pensaremos que se trata de algún pelirrojo orgulloso de su condición. Sin embargo el alma máter de la organización no es otro que Bart Rouwenhorst, consultor holandés y pintor amateur que se declara admirador de Gustav Klimt (vemos que pinta igualito que él) y de las mujeres pelirrojas en general.
La historia es la siguiente. Un buen día allá por el 2005 el amigo Bart decidió que iba a pintar quince mujeres pelirrojas y que para ello necesitaría quince modelos diferentes. Pero como no encontraba ninguna fémina de estas características en su pueblo holandés puso un anuncio en el periódico. Cuando por fin llegó la fecha estipulada para el casting, Bart se llevó la sopresa más agradable de su vida. ¡En lugar de las quince mujeres que pedía, aparecieron en su casa ciento cincuenta! Desbodado de gozo, Rouwenhorst no quiso expulsar a ninguna e incluso organizó un sorteo para decidir qué quince de las ciento cincuenta serían las protagonistas de sus pinturas. Y esta reunión se transformó en el primer y modesto roodharigendag.
Pelirrojos de Bart
El incidente apareció en los diarios locales, de ahí pasó a los noticiarios nacionales y fue creciendo rápidamente hasta llegar a lo que es hoy. Al fin y al cabo estamos en las tierras en las que la obsesión de un señor particular puede acabar transformarmándose en un evento de repercusión internacional.
Míralo que contento dirigiendo a sus musas
Y con esto termino, no sin antes presentar mis disculpas a los posibles lectores pelirrojos. Sentimos no haber informado a tiempo para el festival, pero estad pendientes de su web por si os interesa presentaros en año que viene. Saludos a todos y nos vemos en el próximo artículo.