Dice al respecto la Real Academia: "Oficina a la entrada de las poblaciones en la cual se pagaban los derechos de consumo". El fielato de Camasobres, situado en el llano, antes de acometer la subida al puerto de Piedrasluengas, diez kilómetros adentro de Palencia, curiosamente, pertenecía a la Diputación de Santander, y trabajaban en el mismo funcionarios de aquella diputación provincial. Quienes pasaban por allí, camino de las ferias, tenían que pagar una cantidad (según el valor de la mercancía).
Según el artículo 37 que aparece en el Diccionario de la Administración Española de Marcelo Martínez, los fielatos serán abiertos a la salida del sol y cerrados a la puesta del mismo. Y en el artículo 42, que viene de alguna manera a explicar la ubicación de este de Camasobres, "donde no existan fielatos exteriores deberán establecerse uno o más interiores según lo exijan las conveniencias del servicio".
Fielato era el nombre popular que recibían en España las casetas de cobro de los arbitrios y tasas municipales sobre el tráfico de mercancías, aunque su nombre oficial era el de estación sanitaria, lo que servía también, probablemente de relleno. Entiendo que lo de "Sanidad" era una disculpa como otra cualquiera, porque al final, lo que menos importaba era el estado de los alimentos, consciente el pueblo de la avaricia de los gobernantes que no teniendo villas ni lugares realengos de que disponer crean el consiguiente arbitrio, lo que acrecienta considerablemente por aquellos años el número de alcaldías, escribanías, notarías, alguazilazgos y fielatos, todo, evidentemente, para engordar al rico, de manera que a los pobres sólo les dejan, si acaso, el camino de la picaresca para librar lo que se pueda algún impuesto o aminorar el pago si el funcionario se dejaba querer con alguna prebenda.
Valentín, que sirvió en la casa de Conrado Francisco en aquellos años difíciles del estraperlo, recordaba cuando en el fielato de Camasobres se examinaban las carrales de vino que, en muchas ocasiones, iban cargadas de legumbres.
Lo cierto es que pertenece a la comunidad Cántabra desde el 28 de febrero de 1962, fecha en que fue adquirida mediante compra a su anterior propietario D. Martín Gutiérrez Pérez y cuyo expediente de enajenación, mediante subasta pública, se iniciaba a expensas de aquella Comunidad en Octubre de 2011.
De la serie "La Madeja" en Diario Palentino