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EL FILTRO (I): Habituación y sensibilización
EL FILTRO (II): Nunca más quedarse en blanco
Todo lo que puedo decir y no digo.
Hay millones de temas sobre los que hablar y, una vez más, lo que nos impide hablar sobre ellos es nuestro filtro. La habituación y sensibilización vuelven a meter mano en nuestro cerebro para recordarnos todos los estímulos que nos decían: “no hables de su físico porque se va a ofender, no le preguntes cosas muy personales, no hables de tu trabajo porque es aburrido, solo habla de cosas interesantes, no vayas muy rápido, no vayas demasiado lento, etc”
Vamos, que en la cabeza nos estamos montando un lío del copón, las cosas interesantes que queremos decir están tomándose una cerveza por ahí y a todo esto está la chica delante nuestro con un silencio incómodo que no nos ayuda para nada.
Pues, chicos y chicas, aquí viene la revelación del siglo…
¡Podemos hablar de cualquier cosa! Todo lo que hemos visto, oído o vivido en general. Es decir, de lo que sea.
Algunos ejemplos como otros cualquiera:
Perros y castración de perros
Lo bien que le queda el vestido a ella
Mortadelo y Filemón
Tu pene
Peliculas de Disney
Vuestros apasionantes trabajos y como una vez ayudaste a un ciego a cruzar la calle.
Creo que queda claro, en un principio se puede hablar de todo. Cuando estamos con gente de confianza (cuando estamos adaptados a la situación) no tenemos ningún problema en expresar lo que sentimos y pensamos, es decir, podemos ser nosotros mismos.
Pero claro, cuando el filtro empieza a actuar nos limita, una limitación exclusivamente mental y subjetiva. Solo hay dos grupos de personas en el planeta que siempre se expresan sin filtro: los ancianos (quien no se ha puesto a hablar con un anciano horas y horas, cuando en realidad solo habla el/ella) y Belén Esteban, a ninguno de los dos les va mal.
Ahora que sabemos que podemos decir cualquier cosa, vamos a ver que es más recomendable decir y que no, ya que no todo es igual de efectivo a la hora de seducir a una persona.
Lo particular y lo general.
Lo particular: Se trata de una dirección hacia donde vamos a enfocar todos los temas que tratemos e implica que, de una manera u otra, se relacionen esos temas contigo y la/s persona/s que tengas en frente.
Es decir, que en vez de hablar del vecino del cuarto, vamos a intentar sacar a relucir temas que podamos conectar con nosotros o con ella, lo cual nos permitirá generar más confianza y confort. “Lo particular” será la energía que conecte todos los temas de los que hablamos y les dote de mayor subjetividad y emoción, haciendo nuestra comunicación más efectiva.
Lo general: Obviamente, todo lo contrario a lo expuesto en “lo general”. Hablar del tiempo, de política, de la prensa del corazón, de los horarios de los buses y demás generalmente no ayudará a crear esa burbuja donde abstraeros, mas bien todo lo contrario, dirigirá la conversación hacia el plano lógico, volviéndola más aburrida y normal. (Cuidado, esto no significa que no se pueda hablar de política y ligar, simplemente yo recomiendo temas con más juego.)
Una vez aclarado esto pasaremos a los tres pilares de la conversación natural, que encierran todo lo que molaria decir por su efectividad, siempre adaptados al contexto.
MAÑANA EN EGOLANDSEDUCCION
YAGO