La ley de Moore fue enunciada por Gordon Moore, uno de los fundadores de Intel Corporation, en 1965. Esta sencilla regla empírica dice, simplemente, que la potencia de los ordenadores se duplica más o menos cada 18 meses. Muy simple, pero lleva lleva media década guiando a la industria informática estableciendo con precisión el camino hacia una civilización moderna. Además ha contribuido a revolucionar la economía mundial, ha generado unos beneficios fabulosos y ha alterado de manera irreversible nuestro modo de vida. Pero, ¿seguirá siendo válida esta ley para siempre?
La respuesta es no, y el desplome de esta ley será un asunto de importancia internacional habiendo en juego billones de dólares. Sin embargo, el modo exacto en que acabará, y qué la sustituirá, son cuestiones que dependen de las leyes de la física.
El cumplimiento de esta ley ha sido posible gracias a la increíble bajada de precios de los chips, al constante aumento en potencia de cálculo y al continuo descenso en el tamaño de los mismos. Cada nueva generación de chips son más pequeños, más baratos, con millones de transistores más y mucho más potentes. Sin embargo, hacer chips más y más pequeños tenía que tener un límite: cuando se consigan construir transistores del tamaño de los átomos. Puedes sonar muy lejano pero esto ya será posible en el 2020.
Alrededor de ese año, o poco después, la ley de Moore dejará gradualmente de ser válida, y es posible que Silicon Valley se convierta poco a poco en un simple cinturón industrial, salvo que se encuentre una tecnología sustitutiva. Los ordenadores seguirán siendo cada vez más potentes pero esta crecerá a una velocidad mucho más lenta que antes. Seguramente lo sigan haciendo de forma exponencial pero el tiempo de duplicación ya no será de 18 meses sino de muchos años.
Fuente | La física del futuro. Michio Kaku