Este mes se cumple el año desde el comienzo de este proyecto/experimento y, como era de esperarse, llega a su fin. Obvio, no es un fin-fin y voy a volver a lo que era antes, con un armario rebosante de prendas que, en su mayoría, no usaba, y comprando cosas que no necesitaba. La capsula se va, el aprendizaje sigue ahi.
Por si no lo recuerdan, el comienzo de mi minimalismo fue acá y vino de la mano de un cuerpo post parto al cual no reconocía, poco tiempo para preocuparme por qué ponerme todos los días, y una fuerte protesta contra el sistema de consumismo en el cual nos venden prendas descartables a precios exorbitantes porque, total, la gente tiene que comprarla. Fue algo mas que “limpiar el ropero” o “vestirme mas monocromática”, fue una cuestión de crisis existencial que debía ser tratada de alguna forma. Parece ser un tema recurrente en estos últimos años, somos una generación tan colmada de objetos y nos olvidamos que estos no nos van a hacer felices ni por asomo. Así que compramos lo que nos venden y llegamos a un punto en el que golpeamos esta pared, en nuestros departamentos rodeados de zapatos, de vestidos, de maquillaje, y nos damos cuenta que para tener tantas cosas, en realidad no tenemos nada. Estamos completamente vacíos.
No les puedo decir que llevar a cabo un proyecto asi es simple, fue bastante complicado. Tuve que redescubrirme a mi misma, volver a conocerme, a reconocer mis necesidades a la hora de vestirme y partir desde ahí. Después, lo peor, tuve que tirar o guardar todo lo que no encajaba con mi vida en ese momento. Por suerte en mi casa tengo un deposito enorme y guarde una gran cantidad de cosas en este, a veces recordaba ciertas prendas que estaban en alguna caja y las extrañaba. Plot twist: al final del proyecto done la mayoría de esas cosas.
Anyways, para resumir, puedo decir que tuve dos aprendizajes importantes con este proyecto. El primero fue que se puede vivir con poco y que hay que ser un consumidor mas analítico y no comprar porque si, porque esta en rebaja o porque era lo menos feo de la tienda. Empece a cuestionarme todo lo que compraba, porque si compraba algo nuevo iba a tener que sacar otra prenda similar de la capsula. Empece a buscar prendas que se adapten a varias estaciones y situaciones, que sea combinable con el resto de mi ropero, y que sea duradera, mientras que al mismo tiempo se tenia que adaptar a mi estilo. ¿Se imaginan salir a comprar con esa premisa?. La otra vez veía en un documental a un tipo que decía “Yo te digo que esta noche te podes comer toda una torta vos solo. Y si queres galletas, y también helado. Pero las tenes que cocinar completamente vos. No las comes!”. Somos un poco alérgicos a lo complicado y a lo que toma tiempo, así que como consecuencia, si comprar fuese un poco mas dificil (y menos instantáneo) probablemente no consumiríamos tanto.
Lo segundo que aprendí es que hay que ser mas fiel a su propio estilo. Y esto fue principalmente un fail del proyecto. Todo tenia que ser minimalista, normcore, etc, para que las prendas pudieran combinar entre si. No había mucho lugar para la creatividad, mas alla de accesorizar para levantar los outfits. Al estar limitada a llevar determinado estilo, empece a preguntarme por mi propia forma de ser. Fue, ademas, a partir de el blog de Flor que tuve que indagar dentro de todas mis prendas para saber cuales eran exactamente las que me hacian sentir mas yo. Para mi sorpresa, fue algo increíblemente complicado. Así que es algo a lo que le estuve dando vueltas durante lo que va del año y tengo todo el mes de abril orientado a esto: ser mas fiel a uno mismo. Redescubrirse, conocerse, y poder vestirse realmente como uno se siente y como es, y no tanto como nos dictan desde afuera. Anyways, este post ya se fue por los pastos, así que van a tener que leerlo en otra ocasión. Pero pueden leer todo sobre mi armario capsula en esta etiqueta.