Revista Cine

El final de Ernest Hemingway

Publicado el 21 diciembre 2011 por Juneseventeen

CÓMO MURIERON
Me vais a disculpar por inaugurar una sección con un título tan macabro pero realmente me pareció una interesante frase para describir este nuevo apartado del blog en el que desfilarán personajes de las letras y del arte en general en los últimos días de sus vidas.
No es una sección copiada y no la he visto antes por ningún blog por lo que espero que disfrutéis con esta idea 100% original.
No hablaré de la vida, milagros y obra de los artistas en general sino de las circunstancias que propiciaron sus muertes.
Así pues, abro (y cierro) el telón con la muerte de todos ellos.
Y quiero empezar con Ernest Hemingway porque muchos conocemos su obra, algunos su vida y muy pocos su muerte. No lo sé, me pareció relevante.
Cómo murieron: Ernest Hemingway"...y por lo tanto, nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas; doblan por ti."
 
John Donne
(Con esta cita abre Hemingway su novela Por quién doblan las campanas, de la que hablaremos otro día)
Eh aquí su historia:
Al contrario de lo que suele suceder con muchos escritores, él fue célebre en vida, tenía dinero y había ganado los premios Pulitzer y Nobel. A pesar de ello, Hemingway sufría constantemente severas depresiones.
En 1926 escribiría: “La auténtica razón para no cometer suicidio es que uno sabe lo estupenda que vuelve a ser la vida cuando ha superado el infierno”. Porque realmente él era un superviviente que sobrevivió a muchísimas heridas, como buen soldado pero no como buen humano para soportarlo. Dos años más tarde de esas palabras escritas, el padre de Hemingway, destrozado por la situación que vivía al luchar contra su diabetes, se quitó la vida de un disparo.La enfermedad mental del escritor comenzó su deterioro a finales de los años cincuenta a causa de un empeoramiento en su estado de salud debido a lesiones internas causadas por dos accidentes aéreos que padeció durante un safari en África. Cuando cumplió los sesenta años, su hígado no daba más de sí. Es de sobra conocido que era un bebedor asiduo, a lo que había que añadir su hipertensión y hepatitis. En el año 1961 fue admitido en la Clínica Mayo para ser sometido a un tratamiento de electroshock con el fin de tratar su depresión (¡qué lástima este tipo de aberraciones de por aquel entonces!). Había dejado de trabajar en su última novela, El jardín del Edén.
Y este no sería su único ingreso, volvería a la Clínica Mayo cuando su mujer le descubrió con la mirada perdida en una ventana y una escopeta en la mano.

Cuatro meses más tarde, regresó al hogar familiar y su mujer, Mary, tuvo la sana preocupación de esconder todas las armas de fuego que había en la casa. Pero él las encontró sin problema. En pijama y con batín, escogió una escopeta que había usado para el tiro del pichón. Apoyó el cañón sobre la frente, y disparó.
"Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia; la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y por lo tanto, nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas; doblan por ti."John Donne


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