Llamadme chismosa, pero no puedo evitar fijarme en las ventanas de la gente. No es que me interese exactamente qué hacen mientras están en casa aquellos a quienes no conozco; lo que de verdad me gusta es disfrutar del diálogo que se establece entre el interior y el exterior a través de los mensajes, las decoraciones y la disposición de elementos que la gente de distintos países exhibe en las ventanas de sus hogares o lugares de trabajo.
París es, muchas veces, un paisaje de ventanasY no es algo baladí porque detalles como usar o no cortinas, tener el antepecho en el interior o fuera de la casa, contar con contraventanas, tener la apertura de las hojas batiente, corredera o de guillotina, o detalles mucho más personales como la decoración con luces, plantas, figuritas o repisas con libros forma parte de la cultura del país (a veces, incluso de la parte del país) en que se vive. ¿Curioso, verdad? A mí me lo parece.
En el Reino Unido son muy dados a decorar las ventanas | Esta la vi en el pequeño pueblo de Dartmouth, en el condado inglés de Devon En esta típica calle de Cadaqués, en la provincia catalana de Girona, la ventana del fondo me llamó mucho la atención Se trataba de una organización que acogía y cuidaba de los gatos callejeros del pueblo Esta ventana de París exhibía a tres grandes: Tintín, Truffaut y Kerouac En la frontera entre Suiza y Alemania, vi esta colección de muñecas Estaban repartidas por todas y cada una de las ventanas de la casa Esta otra es de una casa vecina*