En una reciente entrevista, el alcalde de Nueva York y empresario Michael Bloomberg atribuía su éxito a llegar al trabajo temprano, nunca cogerse vacaciones, y levantarse solo para ir al baño. Según él, el éxito sólo proviene del trabajo duro y el control de la vejiga. ¿Pero es esta una receta vigente en la actualidad?
Cada vez más estudios ponen de manifiesto la necesidad de tomarse un respiro, pero sobretodo denotan el aumento de creatividad después de los períodos vacacionales. El difunto Steve Jobs tenía 19 años se tomó un tiempo de reflexión, y sin un centavo, se fue a la India. Allí aprendió mucho sobre sí mismo y sus experiencias le llevaron a mirar el mundo de una manera totalmente innovadora y muy creativa.
Otro ejemplo es el de Gustave Flaubert, autor de la frase célebre: “Sé regular y ordenado en tu vida, y violento e original en tu trabajo”. Tras una época poco creativa, huyo a Egipto un verano y al volver empezó a trabar en Madame Bovary, su trabajo más conocido y más reconocido.
Otro caso es el de Benjamin Franklin, que visitó Europa antes de la Guerra de la Independencia y pasó muchos años lejos de su escritorio, donde conoció a David Hume, se reunió con el rey Luis XV y fue testigo de primera mano de la pobreza que experimentaba Irlanda. Solidificó sus creencias anti-británicas y a la vuelta, participó en la redacción de la Declaración de Independencia, por lo que ha pasado a la historia.
Aunque definitivamente para optimizar la creatividad no es necesario pasar una eternidad lehos, uno necesita rodearse de personas que no conoce, de alimentos que normalmente no come, de sonidos que habitualmente no escucha.
Así que aunque a menudo nos sentimos fatigados, la vuelta de las vacaciones es el mejor momento para retomar o empezar aquellas propuestas más creativas que tengamos en mente. Pasar muchas horas en el escritorio como hace Bloomerg puede ser muy productivo, pero nada creativo.
Visto: equiposytalento.com