El final fue de película

Un mensajero permitió dar con el terrorista más buscado del mundo

Osama Bin Laden no fue asesinado por aviones no tripulados como muchos esperaban y otros especulaban en los últimos años, sino por un comando de los llamados U.S. Navy Seals, elementos de la Armada de los Estados Unidos, durante un asalto y enfrentamiento en la casa que le servía de guarida.
 No vivía en una cueva sino en una mansión de un millón de dólares, con paredes fortificadas de dos metros de espesor a sólo 40 kilómetros de la capital paquistaní, en la ciudad aledaña de Abbottabad.
Los seguimientos de los organismos de inteligencia, particularmente de la CIA, lograron ubicar un cartero en un complejo de Abbottabad, una ciudad de tamaño medio a una hora de camino de Islamabad, la capital de Pakistán. 
La última reunión fue el viernes de la semana pasada cuando Obama se reunió con su consejero de Seguridad Nacional, Thomas Donilon, y su consejero de Contraterrorismo, John O. Brennan, y antes de viajar a Alabama, para visitar a las víctimas de los tornados en ese estado, firmó la autorización para dar con el paradero del terrorista más buscado.