A finales de 2009, un guionista, un productor, un director y tres científicos se sentaron en una sala de conferencias de Los Angeles. Estaban hablando de Thor, una película basada en los cómics de Marvel inspirados en el Dios nórdico del trueno, y basada en un guerrero arrogante que, al comienzo de la película, viola una tregua atacando a los Gigantes de Hielo.
A medida que el equipo de la película describía su visión de la pelea, Sean Carroll, un físico teórico del Instituto de Tecnología de California, sabía que los cineastas tenían un problema.
Querían que los Gigantes de Hielo cayesen del borde de un planeta con forma de disco. Eso no tiene sentido. ¿De dónde viene la gravedad que los empuja hacia abajo? Suficiente gente sabe cómo funciona la gravedad y eso los alejaría de la película. Conseguiríais un montón de burlas.
Carroll y los otros científicos discutieron su punto de vista:
Estaba claro que algunas personas pensaban que éramos unos aguafiestas mojigatos.
Pero el productor Kevin Feige se puso del lado de los científicos, y en la versión final, el planeta de los Gigantes de Hielo era esférico. Esta fue simplemente una de las veces en las que Carroll, un tipo presentable de 45 años, aconsejó en varias películas como la propia Thor, Tron: Legacy o la serie de televisión Bones, ayudando a la producción. Como castigo por romper la tregua, Thor es exiliado a la Tierra. Cuando Feige se quejó de que usar el término agujero de gusano para el viaje de Thor a nuestro planeta era demasiado de los 90, Carroll sugirió el nombre científico para el fenómeno, el puente Einstein-Rosen. Esta explicación fue dada por el personaje de Natalie Portman, la astrofísica Jane Foster, cuyas motivaciones cogieron forma gracias a la ayuda de Carroll.
Los científicos han estado ayudando a Hollywood desde el comienzo del cine. Pero las películas de ciencia ficción eran las que más beneficios obtenían (en los 90, una media de seis películas al año estaban en el Top 50 de más taquilleras, y el número se incrementó hasta cerca del 50% en la primera década de los 2000), los cineastas acudieron más frecuentemente a los expertos en busca de ideas. En palabras de D. J. Gugenheim, Vicepresidente de producción de Inferno Entertainment.
Cuanto más realista sea tu película, mejor lo hará.
Los científicos están deseando ayudar a Hollywood porque ven una oportunidad de exponer la ciencia a una audiencia más amplia y de humanizar su profesión. Carroll dice:
La gente obtiene imágenes de lo que es la ciencia de las películas. Quiero ayudar a que esa imagen sea la correcta.
Puedo escribir un libro en el que explico la física real y llevar a unos pocos miles de personas, o puedo ayudar a crear el personaje de Natalie Portman en una película que llegará a 10 millones de personas. Y algunos de ellos serán chicas jóvenes que ven que Natalie Portman interpreta a un científico.