Normalmente una piensa en flequillo y se imagina ese día traumatico en el cual decidió caer en la tendencia y meterle tijera a la zona frontal del pelo, para minutos después arrepentirse durante mas o menos un año y sufrir como una boluda; “cuando va a crecer esto?!”.
Los flequillos son sinónimo de secador de pelo, planchita y mucho mucho laburo, especialmente si tu pelo no es lacio como una tabla y tenes la piel tan grasa que al cabo de unas horas tenes el pelo apelmazado pegado a la frente. Para la fortuna de todas, entre las tendencias capilares que vienen (por ejemplo adiós Lob, hola Shag) me estoy cruzando con mucho pelo al natural y mucho pero mucho flequillo con rulos o curly fringe. Me agrada la tendencia principal que anda rondando de ser lo que sos mas allá de la tendencia, dejar el maquillaje y prestarle mas atención a la piel, y dejar de plancharse exageradamente el pelo. So, why not, darle un espacio de apreciación a la gente que se anima a salir con la melena recién salida de la ducha y no le importa si el fleco se le seco chueco o que, a ver si me contagio y me animo a querer mis rulos de una vez por todas.
(para las que no se animan a la parte de “recién salida de la ducha”, he aquí un tutorial)