«Cada compromiso reposa sobre dos concesiones mutuas, pero no tendrían
que darse concesiones cuando se trata de principios fundamentales» Gandhi
¿Que debemos pensar del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía del viernes 18 de marzo 2016?
Introducción
Se han hecho muchas criticas hacia la posición de la Unión Europea
frente a los problemas causados por la llegada masiva de migrantes ilegales que
dejan la Turquía por las islas griegas del mar Egeo. Entre estos migrantes están
seguramente los sirios que huyen de la guerra civil que les castiga, pero también
hay migrantes provenientes de otros países como el Afganistán, Irak y muchos
otros, sobre todo africanos que buscan mejores condiciones de vida en Europa.
Se distinguen así los migrantes políticos, que necesitan una protección
internacional y los migrantes económicos que no la necesitan y que Europa ha
elegido no aceptar.
De esta distinción deriva otra entre los países «seguros», de
donde provendrían los migrantes económicos los países «no seguros», que son los
que están en guerra. Una de las condiciones esenciales para que las devoluciones
previstas puedan hacerse de forma legal es que Grecia reconozca formalmente la Turquía
como un país seguro, lo que deberá ser próximamente confirmado jurídicamente, pero,
por ejemplo, Amnesty Internacional contesta, acusando la Turquía de reenviar un
centenar de sirios cada día en Siria.
Llevar sobre este acuerdo del viernes 18 de marzo un juicio de
conformidad con nuestros valores es difícil, porque si parece oportuno, en
principio analizar con objetividad lo que se ha comunicado oficialmente a propósito
de este acuerdo, objeto de la presente infocarta, un verdadero juicio de valor,
no podrá ser formulado que una vez esté puesto en marcha, a partir del 4 de abril.
Hay que recordar que este acuerdo ha sido precedido de un primer
plan de acción común UE-Turquía adoptado el 15 de octubre 2015 que, pero ha
quedado en gran parte en papel mojado. Un nuevo esquema de acuerdo, muy
criticado bajo el prisma de las leyes internacionales sobre los migrantes y los
refugiados, ha sido acordado rápidamente el 7 de marzo 2016 entre la Merkel y
el Ministro de asuntos exteriores turco Davutoglu y el primer ministro de los Países
Bajos, Mark Rutte, como presidente de turno del Consejo de Ministros. Ni los 26
otros jefes de Estados o de Gobierno, ni siquiera el presidente del Consejo
Europeo, Donald Tusk, estaban al corriente. Habiendo descubierto todo, la noche
misma del Consejo Europeo, han renviado el examen de conformidad jurídica a la
cumbre del 18 de marzo.
¿Que contiene entonces el
acuerdo?
El objetivo de este acuerdo es el de parar la llegada de migrantes
que utilizan barcos de fortuna que encuentran con los traficantes a un precio
extremadamente altos para atravesar, con mucho riesgo, el mar que separa las
costas turcas de las islas griegas y por ende de Europa,
El elemento principal es entonces la devolución sistemática de
todos los migrantes, sirios y otros, que llegaran sobre las islas griegas desde
Turquía a partir del domingo 20 de marzo. Según el esquema adoptado llamado «uno
por uno» cada devolución a Turquía se acompañará de la reinstalación en uno de
los países voluntarios de la Unión Europea de un refugiado sirio registrado en Turquía.
Las devoluciones y las reinstalaciones deben empezar el mismo 4 de abril. Es
esta devolución sistemática que pone problemas no solamente jurídicos, sino
sobre todo éticos.
Es cierto que, respecto al primer proyecto del 7 de marzo, no habrá
mas expulsiones colectivas ni represiones. Efectivamente el nuevo acuerdo prevé
que todos los migrantes deben ser registrados a su llegada a Grecia, y la
eventual demanda de asilo en Grecia tratada individualmente. Los juristas
aseguran que esto hace el dispositivo previsto conforme a las leyes
internacionales y europeas.
¿Pero que esperanza le queda a esos migrantes que han arriesgado
sus vidas? ¿Cuantos serán al final
acogidos en Europa?
En esta espera, ¿cuáles serán las condiciones de vida en Turquía? Parece cierto que los que demandan asilo en Grecia no serán, en
principio devueltos.
La amplitud, muy limitada del plan sorprende frente a los 2,7 millones
de refugiados acogidos en Turquía y algunos otros cientos de miles en los países
limítrofes de Siria (Jordania y Líbano esencialmente), porque al final serán
solamente 72.000 plazas entre los cuales están las 18000 plazas de acogida de
refugiados que algunos Estados miembros están
dispuestos a acoger desde el año pasado en el mes de julio.
La Comisión Europea es la encargada de coordinar esta empresa
« hercúlea » que necesitara de 4000 personas provenientes de Estados
miembros voluntarios ( de momento solos
unos veinte) y un presupuesto estimado en 300 millones de euros, financiados
por el presupuesto europeo del 2016.La Comisión estima que, en efecto, la operación
necesitara un buen miliar de jueces, expertos de asilo e interpretes, casi 1800
policías así como unos 1000 militares y agentes de seguridad .Se trata para
ellos de ayudar Grecia a registrar los
migrantes a su llegada ,las eventuales candidaturas al asilo en Grecia y después
tratar individualmente todas las candidaturas para el asilo en Grecia, así como
los recursos eventuales en caso de denegación y en fin poner en marcha la
acogida.
Se precisa que es una medida temporánea y extraordinaria que debería
terminar cuando se habrán terminado las travesías ilegales y mortales,
organizadas por los traficantes, entre Turquía y las islas griegas o, como prevé
el acuerdo, que el mecanismo habrá probado que no funciona.
¿Que pasa con los millones
prometidos a Turquía?
Un primer tramo de 3 millardos
había sido acordado el año pasado en el cuadro de una facilitación para
los refugiados en Turquía que debía asegurar la financiación de
proyectos en favor de las personas bajo protección temporánea :una primera
lista de proyectos concretos especialmente en el sector sanitario .educación,
las infraestructuras de las zonas
interesadas para la acogida de
refugiados, la ayuda alimentaria, así como otros gastos corrientes ya han sido
financiados ,pero otros proyectos deberían ser
definidos enseguida y puestos en marcha. Una vez que este primer tramo
de 3 millardos habrá sido utilizado, un tramo adicional de la misma cantidad será
distribuido de aquí hasta el fin del 2018. Se trata entonces de gastos en favor
de los refugiados. Hay además que subrayar que como Turquía no es el solo país
de acogida de refugiados sirios, bien es verdad que es el país que soporta la
mayor carga, el Líbano, Jordania e Irak, así como los sirios que son
desplazados en la misma Siria han también recibido una asistencia de 4,2 millardos
financiados por la Unión Europea.
La Unión Europea, habiendo ya constatado en 2015 la falta absoluta
de solidaridad entre sus Estados miembros acerca de la repartición de plazas de
acogida y aun mas este año al filo de los muros de espinos alzados
individualmente por los que se encuentran en la ruta de los Balcanes, y
entonces su incapacidad de acoger físicamente los migrantes que tocan a sus
puertas , ha elegido más bien meter manos al bolsillo. ¿De esta manera no
pierde la UE su alma y no renuncia así a los valores de solidaridad y de
humanismo de los cuales había hecho gala en el mundo?
¿Turquía tiene un futuro
europeo?
Las contrapartidas ofrecidas por la UE a Turquía no pueden dar la ilusión
por lo que se refiere a la aceleración de las negociaciones para la adhesión de
la Turquía solamente un aporte suplementario –el Budget– en vez de los
cinco inicialmente previstos por la Comisión, será examinado bajo la
presidencia de los Países Bajos. Lo que parece demonstrar que el acceso de la Turquía
va a ser una quimera.
Además, uno puede constatar cada día la deriva autoritaria del
presidente Erdogan, la libertad de expresión coartada por la puesta bajo tutela
de los periódicos de la oposición (especialmente a la vigilia de los encuentros
UE-Turquía), la Corte Constitucional acusada y amenazada. En los dos casos, es
el corazón del Estado de Derecho que golpean el presidente y su partido
islamo-conservador. En otros términos, Turquía no cumple ciertamente los
criterios de adhesión política (llamados de Copenhague) Esta es una razón de más
para pensar que el acceso de la Turquía es una quimera.
Cuanto a la cuestión de acelerar la liberalización de los visados
para los ciudadanos turcos que quieren entrar en el espacio Schengen al final
de junio, a más tardar, depende del hecho que la Turquía tome las medidas
legislativas y reglamentarias comprometidas en 2013.Para hacer esto, Turquía
tiene que cumplir con 72 criterios de un documento comunitario titulado «Hoja
de ruta para los visados». ¿Vosotros habías dicho a mas tardar el mes de junio?
Preguntas
Hará falta evidentemente seguir atentamente la puesta en marcha
sobre el terreno, que parece ya extremamente difícil sobre todo averiguar que
los traficantes hayan sido desalentados y/o arrestados y puestos en manos de la
justicia, y los migrantes mismos que no quieran continuar con esas vías de
acceso marítimas. Es posible que otras vías se abran, pasando por el Sur de
Italia (Lampedusa) o España (también
cabe mejor solución. la tumba…)
Uno puede también esperar que la comunidad internacional la ONU, tome
carta en el asunto y busque soluciones internacionales (y no solamente
europeas) como ha sido el caso de la
ultima grande crisis de los años 80 para la acogida de refugiados indochinos
Tras la lectura de este acuerdo,
uno puede ya plantearse varias preguntas
¿Europa entera ha
abandonado, como algunos certeramente le reprochan, sus responsabilidades
humanitarias hacia los refugiados y sus valores fundamentales de deberes de
acogida y de respecto de la dignidad humana?
¿O tenemos mas bien que recentrar las criticas sobre las
responsabilidades políticas populistas que ponen fin a esta ética y de sus
valores humanitarios, por ejemplo, en Hungría, Polonia o Dinamarca?
¿Debemos denunciar que una especie de real-politik en materia de
migrantes y de refugiados haya cogido el paso sobre los impulsos de generosidad
que llevaron la Merkel al principio de la crisis? ¿O juzgáis que el acuerdo,
donde la Sra. Merkel ha jugado una partida importante, una solución realista, pero
sin duda cínica, para poner fin a la llegada de refugiados? ¿No había otras
mejores soluciones para calmar las tensiones entre los Estados miembros?
¿Se puede realmente admitir que Turquía es un «país seguro» para
los refugiados que son devuelto hacia ella y no debemos creer como Amnesty Internacional,
que ella devuelve los sirios en su país, como lo hace para los afganos y los pakistaníes?
¿Cuáles serían vuestras respuestas a estas preguntas u otras que queréis
poner?
¿Cuáles son vuestras reacciones a este acuerdo? ¿Cuáles son los
comentarios que os suscitan?
Esperamos vuestras respuestas
y vuestras preguntas a: [email protected]
El Consejo de administración
del FEFM
Abril 2016