Eso es lo que decia hacer William Claxton (1927-2008). Música para que los ojos disfrutaran tanto y de la misma manera como los oidos lo hacen ante un buen tema de jazz.
Para mí, la cámara es como el saxo para un saxofonista; es una herramienta que querrías poder ignorar, pero a través de ella has de canalizar tus pensamientos y todo aquello que quieras expresar
Por esa razón su presencia se hizo habitual para gente como Duke Ellington, Dizzie Gillespie, Charlie Parker o Chet Baker, con quien mantuvo una especial relación, y a quien lanzo al estrellato con sus fotos. Hacia lo que más le gustaba entre gente que hacia lo que más le gustaba. Era un músico más entre músicos, salvo que el tocaba un instrumento con lentes. Esa manera de fotografiar, de mirar, le llevó también a que actores como Marlene Dietrich, Frank Sinatra o Steve Mc Queen le permitieran entrar en su círculo. Al fin y al cabo, no era un fotógrafo que quería robarles la intimidad. Era un jazzman que hacia que sus rostros formaran parte de un jam session. Con Steve Mc Queen, por ejemplo, trabó una amistad basada en su amor común por la velocidad.
Era un fotógrafo diferente, alejado de estudios y de fotografías que no fueran retratos de realidad. Algo asi como si un león hiciera fotos de naturaleza. Luego, poco a poco, todo cambió.
Antes, quedábamos el músico y yo. Conocía su trabajo y le pedía que se fiara de mis instintos. Ahora debo contar con el director de arte, el manager, el abogado, el directivo de la discográfica, el maquillador, el estilista. Sencillamente, dejó de ser divertido
Pero él ya había tocado su música, y mereció la pena. Más de 50 años de imágenes que suenan a un saxo una noche de mayo. Joderquebuenoera.
Post originalmente publicado en agosto del 2009