Estábamos a punto de sobrepasar a Italia, pero ahora retrocede nuestra economía, se estanca la renta per cápita y hemos sido superados por Letonia, Chequia y Chipre. El fracaso económico de Sánchez nos está llevando a la ruina y, sobre todo, hipoteca nuestro futuro como nación. Bruselas da a España un serio varapalo por la última reforma de pensiones, que elevará en 3,6 puntos el gasto y requerirá un ajuste de 12.000 millones, lo que significa más cotizaciones e impuestos porque el gobierno de Sánchez se niega a ser austero y a recortar el gasto. Bruselas ha tumbado la reforma de las pensiones y aboca a un ajuste de más de 12.000 millones de euros, lo que representa un suspenso técnico a la reforma de las pensiones. La reforma de las pensiones aprobada por el sanchismo elevará el déficit al 3,1% del PIB, lo que representa una bomba para la economía española, que es una de las más desajustadas del mundo por el crecimiento de su déficit y deuda. Europa impondrá el ajuste automático previsto, inevitablemente, lo que representa casi 12.000 millones de euros, que el gobierno tendrá que lograr por dos vías: aumento de las cotizaciones, que ya son insoportables, o austeridad en el gasto público, una política de austeridad que el sanchismo despilfarrador siempre se ha negado a poner en práctica. Negro futuro para la economía española, si no se establecen medidas importantes y dolorosas de ajuste del gasto público, lo que significa menos enchufados, menos aviones Falcon, menos ministerios, menos asesores, menos chiringuitos y menos robo corrupto. El fracaso económico del sanchismo, ocultado a través de la propaganda con ayuda de los medios adictos al régimen, será imposible de ocultar en adelante, cuando el ajuste imponga su dolor y dureza. La austeridad ya no será una opción, sino una obligación impuesta desde Bruselas que traerá consigo, si nadie lo remedia, mas recaudación y cotizaciones, más castigo a las clases medias y más evidencia de que el despilfarro sanchista es un suicidio. Francisco Rubiales