Entiendo que el titular del artículo de Mari Luz Peinado en El País puede resultar de lo más normal, y por tanto entiendo también que este breve comentario pueda parecer innecesario.
De todos modos, no está de más observar que si ese titular fuera una pregunta, la respuesta debería ser, sin lugar a dudas, algo así como "desde luego, nuestra vida sería mejor".
Porque hablar sin más de "horarios sensatos", hace que al instante -y sin pensarlo- cualquier otro tipo de horarios se conviertan en "insensatos", y de la misma en algo incómodo, indeseable, etc. Con lo cual, en el titular queda muy explícito el sentido del texto que sigue a continuación. El texto se convierte en un "veamos cómo el titular tiene razón".
Comparto plenamente la propuesta del artículo y las razones que la avalan. Pero me parece forzar un tanto la maquinaria del framing de la información, orientándola hacia la directa propagación de una idea concreta.
Es bien cierto que quizá -como sucede con excesiva frecuencia- la autora del texto no sea autora del titular. Cosa que, de ser así, convierte al jefe de sección y al mismo periódico en paladín de la causa que mantiene el artículo.
Que esto suceda con los horarios españoles no es ciertamente asunto de gravedad.
Lo que es asunto grave es que este sistema de hacer framing resulte algo tan habitual que parezca algo tan normal que haga innecesario este breve comentario. En especial cuando el framing se refiera -como muchas veces se refiere- a presuntas "cuestiones de detalle" que a fin de cuentas inciden decisivamente en la formación del criterio personal de los lectores en asuntos de gran calado social, político y vital.
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