Luis F.Utrera-Molina, Franco y José Utrera-Molina.
(Imagen: El Español)
Pasaron treinta años desde 1977, y en 2007 volvimos a cometer otro error, éste no fue otro que aprobar una Ley, la 52/2007, por todos conocida como la Ley de la Memoria Histórica que nació incompleta, acomplejada. Una Ley apoyada por PSOE, Izquierda Unida, el Partido Nacionalista Vasco y Bloque Nacionalista Galego con la oposición frontal de Partido Popular. Hoy en día a la pretensión de anular dicha Ley se unen Ciudadanos y Vox, y lo hacen al mismo tiempo que demuestran una total falta de respeto a las victimas de la guerra y de la dictadura, incluso ofendiéndolas públicamente sin ningún rubor.
En estas, once años más tarde, el Congreso de los Diputados aprueba la exhumación de los restos del dictador. La derecha se abstiene en las votaciones, poniendose hipocritamente de perfil una vez más, ello les da los votos de los franquistas, que son legión; si por ellos fuera el dictador podría seguir en su Valle hasta el fin de los tiempos, esa es la realidad que no se atreven a reconocer públicamente desde su corrupta sede de Genova,13.
Los nietos del dictador, herederos de una extraordinaria fortuna, conseguida a hierro y sangre durante 40 años, se oponen al traslado de los inmundos restos de su abuelo. Acuden a la Iglesia, a los franquistas...y a la Justicia para impedir la exhumación. El Gobierno de España sigue trabajando para cumplir con el mandato del Congreso. Los nietos de Franco, sabiendo que el Gobierno se opondrá, proponen que, de llevarse a cabo la exhumación, la momia del general se deposite en el centro de Madrid, en la catedral de La Almudena, junto al Palacio Real, en una sepultura que les pertenece, sin duda adquirida con los bienes procedentes de la rapiña del dictador. De no ser así amenazan con llevar el asunto al Tribunal Supremo...y lo harán, sin duda, los franquistas están acostumbrados a torcer voluntades aunque, como es el caso, la voluntad provenga de todo un Congreso de los Diputados en el que está depositada la soberanía nacional.
Cabe la posibilidad de que el TS paralice cautelarmente la exhumación, y hasta la de que, en su día, la prohíba en sentencia firme. También cabe la posibilidad de que, en el caso de que la derecha vuelva al Gobierno, se impulse la anulación del Decreto Ley que instrumenta el traslado de los restos de genocida. Partido Popular, C's y Vox lo harán posible en el Congreso.
Basta ya !!!. Los herederos de Franco no merecen ser oídos en un tribunal de justicia defendiendo a ultranza a un asesino de masas. Es irracional. Pero amigos, el franquismo sigue vivo. La defensa de los nietos está encomendada al hijo de un ministro franquista, un ministro que tras la muerte de Carrero Blanco se convirtió en ministro-secretario general del Movimiento en el Gobierno de Arias Navarro. Y que una vez murió Franco, se incorporó a la Alianza Popular de Manuel Fraga, fue candidato al Senado por Málaga.y miembro de la Fundación Francisco Franco. Sin duda su hijo, Felipe Utrera-Molina, que así se llama el abogado de los Franco, dispondrá de una buena lista de contactos, tanto en el ámbito politico como en el judicial y el ejército. Un abogado franquista hermano de la esposa de Alberto Ruíz-Gallardón, exministro de Justicia y exalcalde de Madrid, todo por el Partido Popular.
Por si la influencia de Utrera-Molina fuese poco, la Fundación Francisco Franco ha pedido a su equipo jurídico, encabezado por el ex magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Milans del Bosch, sobrino del excapitán general de la III Región Militar y uno de los militares que perpetró el Golpe de Estado del 23F, que ponga en marcha las medidas legales y judiciales necesarias para frenar los planes anunciados por el Gobierno. En la actualidad, Santiago Milans del Bosch también ejerce la defensa del ex ministro del Partido Popular Eduardo Zaplana, imputado por los presuntos delitos de malversación, blanqueo de capitales, cohecho y prevaricación. (1) .
Aunque solo fuese para evitar que la derecha y los Franco consigan sus propósitos, y aunque en muchos casos haya que hacerlo con la nariz tapada, en las próximas Generales los votos de los demócratas han de ir para la izquierda. Luego, una vez exhumado el asesino, bueno sería empezar a trabajar para la derogación de la Ley de Amnistía de 1977, aunque solo fuese para que la fortuna de los franquistas, especialmente la de los nietos del dictador, amasada con la sangre y hacienda de muchos españoles, volviera a sus legítimos propietarios o al erario público.
Democracia y dictadura no pueden convivir...pero en España está sucediendo.
Salud y República.
Benito Sacaluga.
(1) El Español (13/02/2019)