El franquismo ya no disimula.

Franco murió en 1975 y en 1978 se inició un régimen en base a una Constitución que se suponía que debía ser lo que llevaría España a la democracia, pero la realidad es que es un franquismo aminorado camuflado de democracia.

Lo peor del régimen actual de España es la absolutamente nula seriedad institucional, es decir los altos funcionarios y los más elevados gestores del sistema son los que más incumplen no solo las leyes, también los procedimientos de todo tipo, en especial los judiciales, y para entenderlo el mejor ejemplo es la Justicia, los miembros de los altos tribunales y los jueces más importante no usan la leyes y los procedimientos judiciales para impartir justicia sino que juegan con ellos, los incumplen, los modifican, tergiversan y hacen lo que quieren para poder acusar e incluso condenar a quien convenga por delitos inventados, pero permitiendo las peores corrupciones de los miembros del régimen sin ni tan solo imputar a los autores o absolviéndolos por más evidencias que tengan. Todo ello apoyado en unos cuerpos policiales que siguen la misma línea de actuación hasta llegar al extremo de inventar y fabricar pruebas falsas.

Con motivo del coronavirus se han producido varias demostraciones del autoritarismo español sin ni tan solo base democrática, quizá el peor de todos ha sido que con motivo del virus se han puesto en libertad varios reclusos, algunos de ellos importantes criminales como el autor de la matanza de Atocha, pero no se liberó a los presos políticos catalanes que no cometieron delito alguno y están en la cárcel por el fallo de un Tribunal Supremo que no imparte justicia sino órdenes.

Además hasta la llegada de Rajoy al gobierno el franquismo subliminal era practicado con cierta precaución para evitar su evidencia, pero con Rajoy el régimen del 78 debió considerar que ya estaba bien asentado y poco a poco se quitó el disfraz de democracia y hoy día en España se puede mandar a la cárcel a alguien por un delito que no solo no ha cometido, sino incluso con un montón de pruebas contundentes en contrario, mientras los miembros del régimen pueden cometer todas las barbaridades que quieran con total tranquilidad porque si alguien tiene que ir a la cárcel serán cuatro de los gatos menos importantes y prescindibles.

Siempre he mantenido que en España no hay servicios públicos (energía, agua, teléfono, banca y servicios financieros, etc.) sino estafas públicas, porque dichos servicios y una lista de sectores y servicios estratégicos están en manos de unos pocos grupos financieros que ofrecen uno de los peores niveles de calidad del servicio a los precios más altos de Europa, todo ello, y al contrario de lo que ocurriría en un país serio, normal y democrático, con el apoyo del gobierno que se asegura por todos los medios que los ciudadanos de a pie no puedan evitar las estafas públicas, lo que es compensado cuando los políticos dejan el puesto con lo que se denomina las puertas giratorias que consiste en que dichas grandes empresas les dan empleo muy bien remunerado.

Si a esto añadimos unos medios de comunicación totalmente al servicio del sistema, que, con pocas excepciones, no practican el periodismo sino los métodos de tergiversación de la realidad inventados por Goebbels cuando fue ministro de propaganda del III Reich, tendremos un panorama completo de lo que es España, al que solo le falta añadir que los ciudadanos de a pie que padecen las graves consecuencias del sistema nunca reaccionan e incluso siguen votando por los mismos partidos de siempre o asimilados.

Estos días se ha producido un hecho que ha proyectado varias de las características de la NO democracia española. Me refiero a la destitución de Pérez de los Cobos como jefe de la Guardia Civil en Madrid. Resulta que un señor que fue acusado de torturas en el País Vasco, que fue claramente el responsable de la actuación salvaje de la policía contra los votantes del referéndum del 1 de octubre 2017, que fue el instigador y productor de las pruebas falsas y perjurios en que se basó el juicio bufo en que se condenó al independentismo catalán, es destituido sin que nadie del gobierno tenga que dar explicaciones, y la derecha monta un escándalo ofendida y sumamente cabreada porque el impresentable Pérez de los Cobos es su héroe. Por cierto, parece que el cese es debido a un informe sobre la manifestación feminista del 8 M en el que como es costumbre de la Guardia Civil y de los Cobos se mezclan datos reales con falsedades y pruebas inventadas. Otra prueba de lo desastrosa y estúpida que es la política de este país es la obsesión de la derecha con ligar la autorización de la manifestación feminista con el origen del coronavirus en España cuando en aquella fecha todavía había partidos de futbol, misas, e incluso VOX celebró un mitin el mismo 8 M al que acudieron 12.000 personas y un Ortega Smith infectado.

Por cierto, hace años que no entiendo porque la U.E. no ha exigido a España la disolución o la restructuración a fondo de la Guardia Civil, una policía de estructura militar, ligada al ejército, que desde su fundación ha demostrado una clarísima tendencia al fascismo y que tiene un largo historial de presentar informes en los juzgados plagados de falsedades, mentiras y pruebas falsas y fabricadas, como ha sido con frecuencia el caso con de los Cobos y muchos otros jefes de la Guardia Civil.