Título original: El Frasco
Director: Alberto Lecchi
Guionistas: Verónica Chen
Peto Menahem
Pablo Solarz
Intérpretes: Darío Grandinetti
Leticia Brédice
Martín Piroyansky
Nicolás Scarpino
Nadia Gazze
Jorge Miceli
Agustina Rudi
Productores: Guillermo Madjarian
Alejandro Piñeyro
Julio Recio
Luis A. Sartor
Fotografía: Hugo Colace
Música: Julian Vat
Montaje: Javier Ruiz Caldera
Nacionalidad: Argentina
España
Año: 2.008
Duración: 97 minutos
Edad: Todos los Públicos
Género: Comedia, Drama
Distribuidora: Compañía Premium de Vídeo y TV, S. L.
Estreno: 05-06-2.009
Página WEB: Web Oficial de la película en España
Web Oficial de la distribuidora en España
Tráiler de la película en YouTube
Calificación:
Crítica: 6,278 Espectadores: 5.622
Vizcaya: 5,636 Recaudación: 30.592,70 €
España: Puntos (Popularidad):
Rugoleor: Índice de popularidad:
Sinopsis:
Pérez. Es chofer de una línea de ómnibus. Siempre un mismo recorrido. Un día va, al otro día vuelve. De cuarenta años, sin amigos, de aspecto pulcro, tímido, serio, algo torpe. Casi no habla, por eso le dicen “el Mudo”. En su viaje diario pasa por varios pueblitos donde día a día repite los mismos movimientos, saluda de la misma manera, se sienta en el mismo lugar y come lo mismo. Sólo en uno de esos paradores hay algo que lo trastoca y conmueve. Aunque nadie lo sabe y jamás se atrevería a confesarlo allí vive ... Romina. Es la maestra del pueblo.
Su simpleza esconde a una mujer atractiva y misteriosa. Vive en una casa rodante. Sólo los que conocen su pasado saben porqué nunca se la vio con un hombre. Le cuesta relacionarse. Los niños, sus alumnos, parecen ser su único contacto a tierra. Sólo la detención del ómnibus que pasa una vez al día por el pueblo llama su atención. Una orden del Ministerio de Educación le obliga a hacerse un análisis. Como ella no puede viajar le pide a Pérez que le lleve ... El frasco. Pérez viaja ensimismado por ese frasco, pero en un descuido, se le cae y se rompe. No puede creer su torpeza, necesita quedar bien con ROMINA y se le ocurre una absurda solución. Este es el comienzo de una historia de AMOR muy especial entre dos personajes tan particulares que hace que aún el peor de los conflictos nos arranque una sonrisa.
En esta comedia de sonrisitas –según la califica su propio director, Alberto Lecchi-, Darío Grandinetti un tímido conductor de autobús secretamente enamorado de una maestra de escuela a la que trasporta todos los días. Un buen día, ella (Leticia Brédice) le sorprenderá pidiéndole un favor, nada menos que un frasco con una muestra de orina a unos laboratorios donde han de ser analizados. Todo se complicará cuando el frasco se rompa esparciéndose su propio contenido.
Crítica:
08.06.2009 – JOSU EGUREN
Juan Nadie
Suma y sigue en la miríada de películas agrupadas bajo el epígrafe de “Historias mínimas”. Con “El Frasco”, Alberto Lecchi vuelve a utilizar la fórmula minimalista patentada por Carlos Sorín para llevarnos de viaje por los parajes físicos y emocionales a los que nos tiene acostumbrado el cine argentino. Lecchi nos propone una travesía cómoda y sin socavones a bordo de un autobús regional conducido por Darío Grandinetti y Leticia Brédice, pero el de “El frasco” es un trayecto sin curvas, lo que nos permite anticipar cada una de las escalas marcadas en un guión que hace apología del simplismo. La endémica crisis financiera puede excusar la pobrísima factura técnica de la cinta de Lecchi, pero no sirve para justificar la escasez de ideas que maneja un director al que podría acusársele de especular con las emociones del público. “El frasco” es una modesta película argentina, pero su riesgo es menor que el de una superproducción yanqui.
En primer lugar porque se asegura cierto tirón comercial con la puesta en nómina de Grandinetti y Brédice, y en segundo lugar porque reabsorbe los patrones de la comedia romántica añadiéndoles una leve pizca de sentimentalismo que enternecerá a cierto público. Tampoco vamos engañarnos, “El frasco” es una película de caducidad limitada que a duras penas aguantará dos semanas en nuestros cines, pero no teman porque la lista de logros que la prolongan casi garantizan la rentabilidad de la cinta. Un comentario al margen merece la dirección de actores, especialmente fallida en el caso de Grandinetti, al que se le ve perdido en el papel de un 'Juan Nadie' tímido y atormentado que vive replegado sobre sí mismo. Brédice, una insatisfecha maestra de escuela peleada con el mundo, es la responsable de cortocircuitar sus automatismos dando paso a una historia de amor que avanza encadenando equívocos. Para terminar Lecchi nos prepara una traca final de suspiro y lagrimilla, sin haber profundizado casi nada toda una interesante galería de personajes secundarios que son lo mejor de la película.