El frikinguito de Jugones Soria vs Inda

El programa nocturno capitaneado por Josep Pedrerol lleva una semana apoteósica, y me he vuelto a enganchar al show grotesco que cada día protagonizan los integrantes, lo reconozco. Pero si bien es uno de los espectáculos televisivos que más Telebasura nos han ocupado tanto aquí como en el programa de radio Expediente Altramuz, vamos a dar por inaugurada la sección que da título a este artículo como a alguno anterior: El Frikinguito de Jugones.
Las personas, en general suelen estar compuestos por huesos, tejidos, órganos y un largo etcétera de componentes que constituyen el cuerpo humano, ¿pero qué ocurre cuando no es así, y todo esto que hemos nombrado sólo forma un porcentaje muy bajo y las personas en sí mismas no están formadas por otra cosa que no sea ridículo? Sí amigos, hay gente que sencillamente está hecha de ridículo. Hay muchos ejemplos de lo que estoy hablando, pero supongo que todos conocemos a alguien que cumpla con estos cánones. Pero vamos un poco más allá: ¿y si dos personas nacidas de lo anómalo más extremo se juntan en la misma sala, y encima están delante de cámaras de televisión que registran todo lo que ocurre al empezar ambas a interactuar? Eso ocurrió en el Chiringuito.
Eduardo Inda hace aparición estelar todos los lunes, en una sección bautizada como "El SillInda". El mecanismo es muy sencillo: Eduardo entra al plató y le espera un sillón personalizado que un fan del programa construyó para él. Se sienta, mira desafiante al resto de colaboradores y, como es habitual se pone a soltar gilipolleces desde que entra hasta que acaba. Eso sí, con una música muy épica. Personalmente siempre me ha parecido un personaje un poco extraño. Siempre he creído que era ese niño al que elegían el último cuando había que jugar al fútbol en el patio del colegio, o al que quitaban el bocadillo. Es más, creo que Inda podría ahogarse en una piscina si una vez dentro de ésta, le quitas la escalera de salida, como cuando sacábamos nuestros instintos más homicidas en Los Sims. Podría ser un Sim.
Pero lo que parecía una intervención más, como cada semana, todo se empezó a ir de madre, y después de unas cuantas noticias aparentemente falsas (Inda siempre parece que miente, y además mal, como el típico amigo peliculero que cuenta sus batallitas y no se las cree nadie) comenzó a calentar la cabeza de otro de los seres hechos de ridículo que allí estaba: Cristóbal Soria.
Unas noticias de Florentino Pérez por aquí, algunas chorradas del Barcelona por allá y de pronto se saca de la manga que mientras paseaba por la calle con sus hijos a eso de las 21:00 de la noche al ir a visitar a unos amigos a casa, pudo contemplar cómo Sergio Ramos apareció junto a un amigo corriendo con un gorro de lana. Eduardo, pese a ser íntimo amigo de éste, por supuesto, no quiso saludarle porque claro, no quería molestar. Intuyo que lo único que pretendía con esta tontería era tirarse el pisto, camuflado en un halago hacia el capitán del Real Madrid que se dedicaba a entrenar durante su día libre. El caso es que esto molestó mucho al sevillano que miraba nervioso al hombre que en aquel sillón hablaba.
Después de un rato escuchando tonterías de todos los colores, Soria, decidió actuar y empezó a pinchar al "señor Inda" (así lo llaman), pero el director del panfleto derechista OkDiario y padrino del infame Álvaro Ojeda, alias Copérnico (otro ser hecho de ridículo) se comenzó a poner nervioso, muy nervioso y se sintió atacado. Así pues, tomó la decisión de hacer guerra preventiva y atacar él. ¿Pero qué ocurre cuando te metes con alguien que tiene muchas tablas en esto y además es andaluz? Que tienes las de perder, obviamente. Pero veamos cómo empezó todo.

La cosa comienza como algo amistoso, más o menos de buen rollo, como borrachos de bar que discuten por el Mus. Pero poco a poco la cosa se empieza a calentar, y el pobre diablo de Inda no soporta la broma que Cristóbal le gasta. La expresión de la cara le cambia, y como si de un perro rabioso se tratara, se le desencaja la mandíbula y comienza la guerra de descalificaciones. Como si un murciélago hubiera entrado en el plató cargado de rabia le mordiera directamente en el cuello, lanza esputos a diestro y siniestro sin piedad a Soria, que lo mira con cachondeo, lo cual hace que se encienda más todavía. Comienza la historia de Sergio Ramos con su gorro. ¡Vamos a verlo!

La RabInda

Si bien en La Sexta Noche la Kryptonita de Eduardo Inda es Pablo Iglesias, en el Chiringuito es Cristóbal Soria. Consigue sacar de sus casillas a Don Pantuflo como pocos. Esa expresión que adopta, es un claro indicativo de alguna carencia chunga, eso seguro, lo que pasa que en este caso no me apena, y lejos de que esa sensación pueda tener efecto en mí, confío en que a muchos de vosotros incluso os producirá la mismas carcajadas que, en el momento en que lo pude disfrutar me produjeron.

Dos seres nacidos del útero del ridículo, unidos.Propiedad de ElAltramuz.com