El fucus es una alga marina con numerosas propiedades medicinales sobre nuestra salud. En su composición destacan los polialcoholes y polisacáridos, además del yodo. En general los expertos en fitoterapia lo consideran un buen complemento alimenticio natural que puede ayudar al adelgazamiento.
Los polialcoholes y polisacáridos confieren al fucus un importante poder saciante adecuado para las personas que siguen una dieta y a la vez ayudan a las personas que sufren acidez gástrica reduciendo sus síntomas. Al absorber los jugos gástricos también es un excelente coadyuvante en el tratamiento de personas que sufren gastritis, reflujo esofágico o hernia de hiato. También tiene un suave efecto laxante.
Además el fucus tiene efectos beneficiosos en la lucha contra el sobrepeso y la celulitis gracias a su capacidad de reducir la grasa y a la acción absorbente de sus mucílagos.
Esta alga destaca por su muy elevado contenido en yodo, con lo que se utiliza muy a menudo para tratar el hipotiroidismo ya que este mineral tonifica la glándula y estimula la creación de hormona tiroxina. Esta acción es muy beneficiosa para pacientes con baja actividad tiroidea pero a su vez implica que debe consultarse a un especialista antes de tomar fucus para adelgazar si tenemos otros problemas de tiroides. También puede presentar problemas en las personas que sufren hipertensión arterial, ansiedad e insomnio, taquicardia y cardiopatía.
La riqueza de nutrientes del fucus hace que esta alga sea igualmente muy beneficiosa en casos de desnutrición por enfermedad o por dietas excesivas, aportando diferentes tipos de vitaminas (niacina, tiamina, riboflabina y vitamina c), minerales (como el calcio, el fosforo y el sodio) y proteínas. Otros usos puntuales del fucus son el revitalizante sexual, el freno de la caída del cabello, y la disminución de los niveles de colesterol y ácido úrico.