Camaradas,
El Führer ha emitido hoy su Directiva de Guerra Número 23 respecto a los “Principios de referencia para la conducción de la guerra contra la economía de guerra inglesa”, con el siguiente contenido:
El Führer ya tiene dentro de su cabeza toda la estrategia militar del Reich para los próximos meses.
1. El efecto de nuestras acciones de guerra contra Inglaterra, hasta la fecha:
a) Al contrario de nuestras primeras concepciones, el mayor éxito de la guerra contra la economía de guerra inglesa ha sido la enorme pérdida de buques mercantes mediante las acciones de guerra navales y aéreas. Este daño se ha visto intensificado gracias a la destrucción de instalaciones portuarias y de grandes depósitos y almacenes, así como gracias a la reducción del número de barcos en circulación por los mares al tener que ser empleados integrados dentro de convoys.
Se espera un incremento significativo en este daño mediante el mayor empleo de submarinos durante este año, que en último término puede conducir al colapso de la resistencia inglesa en un periodo de tiempo razonable.
b) El efecto de los ataques aéreos llevados a cabo directamente contra la industria de armamento inglesa es más difícil de estimar. Cabe esperar una caída drástica en la producción como resultado de la destrucción de numerosas fábricas y la consiguiente desorganización de su industria de armamento.
c) Resulta difícil estimar desde el exterior el efecto sobre la moral y la capacidad de resistencia del pueblo inglés.
El Führer camina con paso decidido hacia el futuro del Reich y la victoria final.
d) Conclusiones para nuestra conducción de la batalla:
Durante el transcurso de los siguientes meses, el efecto de la guerra naval contra el tráfico mercante enemigo aumentará todavía más mediante un mayor empleo de submarinos y buques de superficie. Por otro lado, no se puede mantener la intensidad de nuestros ataque aéreos debido a que las misiones en otros escenarios de guerra nos obligan a retirar un número cada vez mayor de unidades de la Luftwaffe del empleo operativo contra las Islas Británicas.
Por lo tanto será necesario en el futuro concentrar los ataques aéreos con mayor precisión y lanzarlos principalmente contra objetivos que coincidan con la guerra naval. Sólo de esta manera se puede esperar un resultado decisivo con respecto a la guerra.
3. El objeto de las nuevas operaciones militares contra el territorio inglés debe ser, por consiguiente, la concentración de todos los medios de guerra navales y aéreos contra las importaciones enemigas y también en mantener bajo mínimos la producción inglesa de material aeronáutico, inflingiendo nuevos daños contra su industria.
Esto requerirá lo siguiente:
a) Destruir los principales puertos británicos de entrada, en especial sus instalaciones portuarias y cualquier buque en puerto o en proceso de construcción.
b) Acosar con todos los medios el movimiento de buques, en especial los buques entrantes.
c) Destruir sistemáticamente los centros principales de producción de aviones militares, incluyendo la industria antiaérea, así como los centros claves en la producción de electricidad y explosivos.
Estas tareas deben ser llevadas a cabo con aquellas fuerzas que permanezcan operativas contra Inglaterra teniendo en cuenta que durante el curso del año grandes partes de la Luftwaffe y algunas unidades navales deberán ser desplegadas en otros teatros de guerra.
Dentro de algunos meses sabrá Molotov qué fue lo que no le contó el Führer durante su visita a Berlín del pasado noviembre.
4. Para la ejecución de estar tareas se aplica lo siguiente:
a) El hundimiento de tonelaje mercante resulta más importante que combatir buques de guerra enemigos.
Esto también resulta aplicable al empleo de torpedos aéreos.
La reducción de tonelaje enemigo no sólo intensifica el bloqueo, el cual resulta decisivo para la guerra, sino que al mismo tiempo vuelve más difícil cualquier operación enemiga en Europa o África.
b) Incluso cuando los ataques contra ciudades portuarias o fábricas de aviones evidencien buenos resultados, dichos ataques deben ser repetidos sin cesar.
c) La inseguridad y pérdidas del enemigo aumentarán mediante constantes operaciones de minado.
d) Después de golpear los grandes puertos de entrada, la conducción de la batalla debe seguir cualquier intento inglés de descargar mercancías en puertos más pequeños, tanto como el alcance de nuestros aviones lo permita.
e) Sólo cuando el tiempo atmosférico u otras condiciones operativas impidan operar contra los objetivos mencionados en el párrafo 3, se justificará el ataque contra otras fábricas de la industria de armamento y contra ciudades de especial relevancia para la economía de guerra, y también contra almacenes y depósitos en el interior del país e instalaciones de transporte.
Por otro lado, no se espera ningún éxito decisivo de los ataques de terror sistemáticos contra áreas residenciales o ataques contra fortificaciones a lo largo de las costas.
5. Hasta el comienzo del despliegue para Barbarroja, deberíamos esforzarnos en incrementar progresivamente las operaciones aéreas y navales, no sólo para infligir el mayor daño posible a Inglaterra, sino también para simular que se va a producir este año un ataque contra las Islas Británicas.
Adolf Hitler.
Podía haberlo dicho más alto, pero no más claro: la Wehrmacht debe mirar ahora hacia el Este, adonde el Führer pretende volcar la gran mayoría de sus recursos. ¡Que así sea!
Führer befiehl, wir folgen!